El plan de austeridad impuesto por el gobierno socialista español para sanear las cuentas públicas obligará a congelar o anular más de 200 grandes proyectos de infraestructuras, anunció hoy el ministro de Fomento, José Blanco.
Al expresarse ante una comisión parlamentaria, Blanco anunció que la reducción del presupuesto de su ministerio por un total de 6.400 millones de euros para 2010 y 2011 provocaría la congelación de 199 grandes obras, 112 de las cuales afectan a carreteras y autopistas y 87 a obras en el ferrocarril.
Esos 199 proyectos quedarán congelados durante un lapso que variará de uno a cuatro años, precisó.
Asimismo, un total de 32 licitaciones, ya atribuidas por el Estado, serán anuladas, para ser en algunos casos (12 proyectos) transformadas en asociación público-privada.
El ministro explicó que ante la reducción de su presupuesto era «inevitable» poner al día «todo el programa de inversiones públicas para los cuatro próximos años».
Blanco añadió que intentó limitar lo máximo el número de contratos anulados, para reducir el impacto para las constructoras y salvar el programa de construcción de red ferroviaria de alta velocidad.
Por ello, la futura línea de alta velocidad entre Madrid y Valencia (este) no se verá afectada por las restricciones presupuestarias, precisó.
A finales de año, España «será el país europeo con la más amplia red de líneas de alta velocidad», con 2.000 kilómetros, por delante de Francia (1.800 kilómetros), subrayó el ministro.
Dos sectores escapan por completo a la austeridad: los puertos y los aeropuertos, concluyó José Blanco.