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Acuerdo. Li Changchun (d), del gobernante Partido Comunista de China, junto al presidente venezolano, Hugo Chávez.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el miembro del buró polí­tico del gobernante Partido Comunista de China Li Changchun firmaron ayer en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas acuerdos para avanzar en la asociación estratégica bilateral.


Chávez confirmó que en el encuentro Li le confirmó la creación de un «fondo estratégico pesado» comenzando con 6 mil millones de dólares, de los cuales China aportará 4 mil millones y Venezuela 2 mil millones de dólares, acordado en octubre del año pasado durante la visita del mandatario venezolano a Pekí­n.

Venezuela «quiere convertirse en fuente segura y permanente de suministro de petróleo» a China, reafirmó, al confirmar la creación de empresas mixtas en esa industria.

Li, uno de los nueve miembros del comité permanente del poderoso buró polí­tico del partido chino en el poder, recordó que en agosto de 2006, en su cuarto viaje a China, Chávez «llegó a amplios consensos con el presidente Hu Jintao para la asociación estratégica».

El año pasado el comercio bilateral se duplicó haciendo de Venezuela un socio importante en Latinoamérica gracias al «incremento de confianza polí­tica recí­proca», dijo Li.

Chávez celebró que esa confirmación del «fondo pesado» se haya logrado en sólo ocho meses.

«Sabemos que no hay antecedentes de que China haya tomado una decisión como esta en medio siglo», agradeció Chávez.

El fondo será destinado a proyectos binacionales de desarrollo y acelerar proyectos, desde fábricas de celulares de tercera generación hasta las largas lí­neas ferroviarias en Venezuela.

Venezuela se comprometió en 2005 a suministrar a largo plazo la ambiciosa meta de 15 a 20% del petróleo importado por China.

Chávez destacó que «comenzando desde cero», el año pasado «terminamos en 300 mil barriles diarios, este año debemos exportar 500 mil barriles y con esa intención se han firmado estos contratos de suministro de crudo y derivados».

Caracas se propuso la meta de exportar un millón de barriles diarios de petróleo a China en 2012, si logra elevar su producción de 3 millones de b/d a 5,8 millones b/d de crudo, con un plan de inversiones de 60 mil millones de dólares en cinco años, llamado «Siembra Petrolera».

«Se decí­a que enviar petróleo venezolano a China era imposible por la distancia. En verdad era imposible, no por la distancia, sino porque a Venezuela no le permití­an enviar petróleo a China, Venezuela era una colonia», dijo Chávez en su discurso.

Los acuerdos incluyen ampliar la participación de la Compañí­a Nacional China de Petróleo (CNCP) en la Faja Petrolí­fera del Orinoco (sureste), donde Venezuela busca certificar en 2008 que existen las mayores reservas de crudos del mundo.

Con el acuerdo, China explotará no sólo en un bloque del llamado Campo Juní­n del Orinoco, que tiene reservas estimadas en 36 mil millones de barriles de petróleo, sino en nuevas áreas.

Ambos paí­ses iniciarán, además, estudios para crear un segundo tipo de empresas mixtas para la refinación de crudo venezolano establecidas en China.

«El paí­s más poblado de la Tierra, con mil 300 millones de habitantes, le abre a PDVSA (estatal petrolera venezolana) la posibilidad de refinar y distribuir ese petróleo en asociación con la CNCP», ilustró Chávez.

Una tercera empresa mixta será para construir una empresa de tanqueros y supertanqueros para «llevar nuestro petróleo a China» con relación 50-50%.

Los acuerdos de 2006 establecí­an construir 18 buques petroleros que llevarán el crudo venezolano a China, y 12 maquinarias para la perforación petrolera con el objetivo de ayudar a Venezuela a incrementar su capacidad productiva.

«China es un paí­s grande, es una potencia pero no es un imperio, sino un pueblo y un gobierno revolucionario que sigue los lineamientos de Mao Tse Tung y el socialismo, eso nos hermana tanto con China», terminó el mandatario.

Un nuevo acuerdo firmado ayer incluye la donación de 10 millones de yuanes (7,74 yuanes por dólar) para financiar el impulso de nuevos proyectos.

Los intercambios de China con América Latina representan, no obstante, sólo el 3% del comercio mundial.