Más agentes en frontera


Estados Unidos reforzará con 300 a 400 agentes federales su frontera con México para luchar contra el crimen organizado, y creará un centro de inteligencia regional de su Agencia Federal de Investigaciones (FBI), informaron miembros de su gobierno ayer.


Tras semanas de debate interno y creciente inquietud ante la violencia al sur de su frontera, el gobierno de Barack Obama optó por ahora por reforzar las fuerzas policiales, sin enviar soldados, como habí­an solicitado algunos gobernadores de estados fronterizos.

Pero el gobierno está dispuesto a tomar medidas adicionales si este plan no tiene éxito, afirmó la noche del martes Obama, quien indicó que se mantendrá monitoreando de cerca la situación en la frontera.

Aparte de los refuerzos, la nueva estrategia se basará también en aumentar la cooperación con México, incluso con el enví­o de más agentes al paí­s vecino, una experiencia que en el pasado generó susceptibilidades.

«Nuestro objetivo es doble: suministrar asistencia al gobierno de México para romper esos grandes carteles (de drogas) (…) y protegernos de un incremento de la violencia» en el lado estadounidense, dijo la secretaria de Seguridad Interna Janet Napolitano, en rueda de prensa.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, parte este mismo miércoles a Ciudad de México y Monterrey para avanzar los detalles de este nuevo plan al gobierno de Felipe Calderón.

El papel de Estados Unidos es «dar asistencia en esta batalla», añadió Napolitano, quien también viajará a México la semana que viene junto al fiscal general, Eric Holder.

Todas las agencias federales implicadas en la lucha contra el crimen organizado, desde el narcotráfico hasta el contrabando de armas o de personas, verán su personal y presupuestos aumentados en un plazo de unos 90 dí­as, dijo Napolitano.

En total, entre 300 y 400 agentes federales civiles nuevos «llegarán a trabajar en conjunto con las fuerzas locales y estatales» en la frontera, resumió a la AFP Daniel Restrepo, consejero presidencial de Asuntos Latinoamericanos.

Gobernadores de estados como Texas habí­an solicitado la movilización de la Guardia Nacional, y Napolitano aseguró que su gobierno «aún lo está estudiando», aunque precisó que en su opinión, la guerra contra los carteles debe ganarse movilizando servicios de inteligencia y tecnologí­a de punta.

Napolitano también declaró que el muro fronterizo entre ambos paí­ses no era la solución idónea para frenar el narcotráfico, aunque Estados Unidos concluirá los tramos que quedan por construir.

El FBI creará en la frontera sur un «Grupo de Inteligencia del Suroeste» que coordinará todas sus actividades respecto a México.

La inteligencia será compartida con México, ratificó Napolitano.

Las Fuerzas Aéreas mexicanas recibirán cinco helicópteros, y la Marina un avión de reconocimiento.

Entre los refuerzos mencionados, la agencia antidrogas (Drug Enforcement Administration, DEA) situará 16 nuevos agentes en la frontera, donde ya cuenta con 1.171 agentes, mientras que la agencia encargada del control de armas y explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) desplegará 100 agentes.

El despliegue de personal incluye también agentes en México, tanto de la DEA como de la agencia migratoria (ICE por sus siglas en inglés).

El Departamento de Seguridad Interna también duplicará sus unidades de seguridad fronteriza y triplicará sus analistas de inteligencia.

«Las acciones de Estados Unidos son congruentes con la cooperación bilateral de combate al crimen organizado», reaccionó la canciller mexicana, Patricia Espinosa, en rueda de prensa.

Espinosa subrayó que, tanto en México como en Estados Unidos, «hay conciencia de que las actividades de los grupos criminales son una amenaza para los dos paí­ses».

El presidente estadounidense viajará a México los dí­as 16 y 17 de abril, en la ví­spera de la quinta Cumbre de las Américas.

Más de 5.300 personas murieron en 2008 en México y más de 1.100 en lo que va de año, como consecuencia de la violencia del crimen organizado.