Marte romano y Marte norteamericano


En los viejos tiempos de la esclavitud, en el Imperio Romano, MARTE era el Dios de la Guerra, pero, además era el Dios protector de la agricultura, de la primavera y de la juventud, dos milenios después MARTE, según la cultura occidental, sigue siendo nominalmente el Dios de la Guerra, pero ese Dios, actualmente en el Imperio de las barras y las estrellas, dejó, definitivamente, salvaguardar la primavera y la juventud, pues, al contrario, con las emanaciones del gas carbónico y otros contaminantes está causando la destrucción de la naturaleza del planeta Tierra y amenaza, con su belicismo, exterminar la humanidad.

Alfonso Bauer

Digo lo anterior, porque recibí­ un correo electrónico apocalí­ptico, el 22/1/2010, es posible que cuando salga publicado este artí­culo en el diario LA HORA, ya se haya divulgado este terrible acontecimiento. Y, me extraña, que una persona como yo, que carezco de servicios informativos haya tenido conocimientos del mismo, y, al parecer, no, ninguno de los varios diarios que se editan en la capital de la República, a pesar de disponer de amplios y constantes servicios de agencias nacionales e internacionales de información.

Se trata de una comunicación procedente de Moscú, del dí­a 17/1/2010 de la cual sólo mencionaré algunas de esas horripilantes noticias: La Flota Rusa del Norte indica que el terremoto que ha desvastado a Haití­ fue «el claro resultado» de una prueba de la Marina estadounidense por medio de sus armas de terremotos. En el año 2008, la Marina de EUA hací­a maniobras en el Caribe y restableció la Cuarta Flota (nuclear) que habí­a disuelto en 1950, lo que obligó a Rusia crear, también otra flota nuclear. En la semana anterior a la del 17 de enero del presente año, la Marina estadounidense hizo otra prueba en el Océano Pací­fico, que causó sismos de 6.5 grados que afectó el territorio Eureka, en California, pero que no causó muertes, pero si la del Caribe (en Haití­), de por lo menos casi 200 mil habitantes. En cuanto al final de esos planes bélicos, la próxima ví­ctima será Irán, paí­s al que pretende aplicarle el delenda est Cartago.

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No me atrevo a inculpar ya a los Estados Unidos de América, pero tampoco oculto, mis temores de que así­ proceda, pues durante la Segunda Guerra Mundial no vaciló en lanzar la bomba atómica y destruir dos grandes ciudades del Japón.

Dado que soy partidario de la paz, no sólo en mi patria, sino de la paz universal y por mi formación en las ciencias jurí­dicas y sociales, lanzo una inmediata y enérgica exhortación, para que a nivel internacional en la Organización de las Naciones Unidas, propiamente en el Consejo de Seguridad; y a nivel interamericano en las Organizaciones de Estados Americanos, el gobierno de Guatemala, plantee a otros gobiernos de América este caso, para que se investigue la verdad, porque de ser cierta la acusación rusa, por lo ocurrido en Haití­, Estados Unidos de América habí­a cometido el delito culposo, de lesa humanidad, de genocidio. Exhortación extensiva a los Estados africanos y al propio Presidente de los EUA, por ser de ascendencia afro, en resguardo del principal derecho humano, el DERECHO A LA VIDA, se le impida al Imperio Norte de América, continuar con esas pruebas de armas de extinción en masa.

El Derecho Internacional Público debe amparar una acción colectiva de los Estados miembros de la ONU y de la OEA, como la que propongo, si es que se da cumplimiento a los derechos humanos garantizados y protegidos en el ordenamiento jurí­dico internacional, por ejemplo:

* El Consejo de Seguridad tiene como responsabilidad primordial el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, según la Carta de las Naciones Unidas.

* La Conferencia de Teherán (1968) resolvió que los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos deben consagrar y redoblar los esfuerzos para proporcionar a todos los seres humanos, una vida en consonancia con la libertad, la dignidad (…)

* De conformidad con la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969-1978), «Derecho a la vida.- Toda persona tiene derecho a que se respete su vida (…)»

* De acuerdo con esa misma Convención, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en la Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados y, además, que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada.

El derecho violado, en caso de ser cierto que el terremoto de Haití­ fue causado por las pruebas de esa nueva arma de guerra estadounidense, ya no puede repararse, porque fue LA VIDA de casi doscientas mil personas, pero la indemnización justa, deberá ser la financiación de todas las obras de reconstrucción del paí­s y de la economí­a familiar de las ví­ctimas del holocausto.

Sin duda, no faltará quien califique de ingenua mi propuesta, pero yo nunca he olvidado que, a Gandhi le señalaban de cándido y, sin embargo, con sus métodos pací­ficos, logró la independencia de la India y, además, no hay peor lucha que la que no se hace. Y esa lucha la deben librar todos los pueblos del mundo y sus Estados, sobre todo los que han sufrido y siguen sufriendo, los desmanes de las potencias imperialistas y guerreristas.