Mark Sánchez no sabe a qué se deben tantas dudas sobre su salud. El quarterback de los Jets de Nueva York dijo que se siente bien del brazo y del codo, pese a un golpe.
Así que el enterarse de que su nombre estaba en el reporte de lesionados del equipo lo sorprendió un poco ayer.
«Están bien», dijo Sánchez sobre su brazo y su codo. «Nuestro personal de masajistas es el mejor. Me ha dejado listo. Hice todos los ejercicios en la práctica, así que me siento bien».
Sánchez se golpeó el brazo con el casco de Mat Roth, de Jacksonville, cerca del final del partido que Nueva York ganó por una paliza de 32-3 el domingo pasado. Fue su último pase del partido, con el que intentó que Plaxico Burress realizara una recepción.
«Sólo me golpeé un poco con el casco», relató. «Hice el movimiento para lanzar y de pronto sentí algo. Me dolió un poco y todos se asustaron porque pensaron que me había lastimado el hombro de lanzar y cosas así. Pero sinceramente me siento muy bien».
El entrenador Rex Ryan señaló que Sánchez está «bien», y que las notas en el reporte de lesionados constituyeron un mero trámite.
«Todo lo que hacemos es reconocer que él recibe tratamiento», dijo Ryan. «Se le aplica hielo y todo eso».
Sin embargo, las preocupaciones sobre la salud de Sánchez han surgido tras los dos encuentros de la temporada. La semana anterior, el quarterback de ascendencia mexicana se sometió a una prueba por una posible conmoción cerebral, luego de sufrir un golpe en el primer duelo de la campaña, contra Dallas.
Esta semana, hubo algunos temores iniciales sobre su brazo, particularmente por el hecho de que abandonó el partido sujetándoselo y con dolor evidente.
«Sólo trato de pararme ahí y de deshacerme del balón cuando puedo, para evitar muchos golpes, particularmente en las bandas, cuando trato de prolongar una jugada», dijo.