La volocista estadounidense Marion Jones se reportó el pasado fin de semana a una prisión federal en Texas, Estados Unidos, para comenzar a cumplir una sentencia de seis meses por mentir a los fiscales sobre el uso de esteroides que la ayudaron a ganar cinco medallas en los Juegos Olímpicos de Sydney en 2000.
La atleta, que disponía hasta del martes para presentarse, se entregó a las autoridades en el Carswell Federal Medical Center en Fort Worth, Texas, citó de la portavoz de la oficina de prisiones de Estados Unidos, Traci Billingsley, el Universal de México.
«A la velocista de 32 años se le retiraron sus medallas olímpicas, tres de oro, y todas sus participaciones desde septiembre de 2000 fueron borradas de los registros», citó la fuente.
Durante años, ella negó el uso de drogas para mejorar su desempeño, pero en octubre se declaró culpable de dos cargos de perjurio.
La deportista admitió que había mentido a los investigadores en 2003 cuando negó estar al tanto de que había consumido la sustancia prohibida tetrahidrogestrinona (THG), conocida como «el limpiador», antes de los Juegos Olímpicos de 2000.
Sobre el segundo cargo, Jones mintió al negar su participación en el fraude del velocista de cien metros, Montgomery, padre de su hijo mayor Monty, en el cual cambiaron cheques falsos y robados a cambio de millones de dólares.
Marion nació el 12 de octubre de 1975, en Los íngeles, California. En octubre el año pasado confesó ante un Tribunal Federal de Estados Unidos, haber consumido sustancias no autorizadas en los Olímpicos de Sydney.
Comenzó a destacar en el atletismo a temprana edad y a sus 15 años ya se encontraba entre las 20 mejores del ranking mundial. Su consagración definitiva se dio en 1997, cuando ganó el oro en los cien metros y los relevos 4×100 metros en el Campeonato del Mundo de Atenas.
En 1998 contrajo matrimonio con el lanzador de peso C.J. Hunter, con quien tres años más tarde se divorció.