Mariano Rayo, presidente de la Comisión Legislativa de Economí­a


Mariano Rayo, diputado unionista. FOTO LA HORA: ARCHIVO

– ¿Cuál es el futuro del ámbito electrónico en el paí­s?

– Guatemala avanza a dos velocidades en esta materia, mientras que el sector gubernamental se ha convertido en un obstáculo al no «enforzar» las leyes o normativas de su ámbito de responsabilidad y no considerar el tema de tecnologí­as de información como un instrumento prioritario de combate a la pobreza, el sector no gubernamental (civil y empresarial) invierte y se desarrolla por combustión espontánea, lo cual está muy bien, pero no se le valora en su justa dimensión por generador de empleo y riqueza. Guatemala ha avanzado mucho en materia tecnológica y uso de las tecnologí­as de información, desde la apertura del mercado de las telecomunicaciones durante el gobierno del presidente ílvaro Arzú, pero corre un riesgo creciente en perder lo avanzado, al no darle al sector la importancia que se merece. En particular el empresariado joven de la pequeña y mediana empresa (pyme), ve con frustración, cómo su iniciativa enfrenta cada vez más problemas para instalarse y desarrollarse.


– ¿Qué piensa del futuro de las comunicaciones electrónicas y cómo dependerá la vida y el desarrollo de los profesionales?

– Las comunicaciones dejaron de ser un privilegio de pocos, para convertirse en un instrumento básico de trabajo, formando ya parte de la canasta básica de bienes de las familias en Guatemala. Las guatemaltecas y los guatemaltecos han demostrado contar con aptitudes y habilidades para hacer un uso efectivo, generador de riqueza, de las comunicaciones, pero el sector gubernamental, en lugar de fomentar más su uso, ve cómo se imponen trabas y obstáculos. Las comunicaciones ya no solo sirven para los profesionales, son una herramienta básica de vida y trabajo para los ciudadanos.

– ¿Quién quedará en desventaja con el paso arrollador de la tecnologí­a y en qué campos?

– A quien se le impida acceder a las tecnologí­as de la información, encareciendo artificialmente los precios de acceso a la misma, dejará en desventaja el niño y la niña, al no brindarle la oportunidad de acceder a las tecnologí­as de la información. Aquellos quienes por decisiones gubernamentales equivocadas, pierdan la oportunidad de continuar usando las «TIC». A quienes no se les permita superar el denominado analfabetismo digital.