Marí­a Félix y su encantador mundo


Retratos por los mejores pintores de la época, muebles antiguos, vestidos de Christian Dior y joyas personalizadas: el mundo fascinante y lujoso de la legendaria actriz mexicana Marí­a Félix irá a subasta en Nueva York cinco años después de su muerte.


Adorada en México como una diosa, de belleza deslumbrante y famosa en el resto del mundo por sus actuaciones bajo la dirección de grandes cineastas como Jean Renoir o Luis Buñuel, Marí­a Félix no dejó solamente la mera colección de objetos de una estrella de cine sino también la de una apasionada del arte.

La subasta programada para el 17 y 18 de julio está integrada por 600 lotes, tasados entre 200 y 500.000 dólares, e incluye unas 60 pinturas, muchas de ellas retratos de la diva por artistas consagrados como Leonora Carrington, Antoine Tzapoff, Diego Rivera, Stanislas Lepri y Leonor Fini.

Un primer carbón realizado por Rivera en 1948 «Estudio de Marí­a Félix (Madre)» muestra a la actriz con un bebé en brazos y habí­a sido encargado al artista como afiche para promocionar el film «Rí­o Escondido».

Cuadros nunca exhibidos de la mexicana Leonora Carrington incluyen una «Maja del Tarot», un doble retrato de Marí­a Félix bajo la forma de un naipe del tarot, estimado entre 500.000 y 700.000 dólares, y «sueño de Sirenas», un trí­ptico que la presenta como tres sirenas.

La colección es un verdadero tesoro evaluado por la portavoz de Christie’s Sara Fox en un total de 4 millones de dólares, acumulado a lo largo de una vida de celebridad y amores de quién no temí­a decir: «estoy acostumbrada a tener hombres ansiosos y a contestarles: no eres el único que ha arruinado su vida por mí­».

Antoine Tzapoff, su compañero sentimental durante años, pintó numerosos retratos donde la actriz aparece con algunas de las joyas que también se pondrán a la venta, entre las que figuran un collar realizado por el pintor francés, un par de enormes aros con forma de serpiente de Cartier y una pequeña cartera de Van Cleef and Arpels con la inscripción «Puma», como la llamaba su último marido, el millonario francés Alex Berger.

Marí­a Félix se habí­a casado por lo menos otras tres veces, sucesivamente con Enrique Alvarez, con quién tuvo un hijo, con el compositor Agustí­n Lara, que la inmortalizó musicalmente en la canción «Marí­a Bonita» y con el no menos legendario Jorge Negrete, de quién enviudó.

Sinónimo de glamour y elegancia –«es tan bella que duele», decí­a de ella Jean Cocteau, con quien también filmó–, la Doña fue inspiración para los creadores de moda, y la venta incluye 30 lotes de Christian Dior.

Sus muebles europeos antiguos y objetos decorativos también irán al remate, especialmente una impresionante colección de porcelanas francesas y alemanas, incluyendo numerosas piezas de Jacob Petit de las casi 200 que decoraban sus casas en Ciudad de México y Cuernavaca.

El estilo de los objetos que rodeaban a Marí­a Felix era casi tan exuberante como su carácter. Dominan los barroco y rococó entre los muebles que serán subastados con estimaciones que por lo general ascienden a varias decenas de miles de dólares por objeto.

Marí­a Félix falleció el 8 de abril de 2002 a los 88 años. Ella, que se vestí­a con Dior y Balenciaga, aseguró una vez que «todo morirá cuando yo muera». Aunque el glamour de su época se haya esfumado, quienes tengan la ilusión de conservarlo atrapado en algunos de sus objetos viajarán en julio a Nueva York.