Maratónica declaración de Villepin


Dominique de Villepin, primer ministro francés.

El primer ministro de Francia, Dominique de Villepin, terminó en la madrugada del viernes 17 horas de declaraciones como testigo ante los jueces que investigan el caso Clearstream de denuncias calumniosas, cuya revelación a principios de año lo implicaba directamente en esta manipulación polí­tico-judicial.


La audiencia como testigo del jefe del gobierno francés, que habí­a comenzado el jueves hacia las 08:00 GMT en las dependencias financieras del Palacio de Justicia de Parí­s, terminó este viernes poco antes de las 03:00.

Los magistrados trataban de determinar las razones que llevaron a De Villepin a efectuar una investigación secreta sobre falsos listados de la institución financiera luxemburguesa Clearstream donde aparentemente figuraban presuntos beneficiarios de comisiones ocultas.

El caso Clearstream comenzó en 2004, cuando un informante acusó en falso a varios polí­ticos, entre ellos el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, de tener cuentas secretas en el extranjero gracias a la sociedad francesa Clearstream, con sede en Luxemburgo, uno de los paraí­sos fiscales de la Unión Europea.

Este escándalo volvió a salir a la luz en enero de este año, cuando Sarkozy presentó una demanda para saber si intentaron desestabilizarle, y cuando De Villepin, que en ese momento aparecí­a como un rival para las elecciones presidenciales de 2007, se encontraba en su momento más bajo de popularidad, según las encuestas.

El caso tuvo un nuevo episodio en abril pasado, cuando el ex número uno de los servicios de inteligencia franceses, Philippe Rondot, declaró al diario Le Monde que en una reunión en enero de 2004 Villepin, entonces ministro del Interior, mencionó a Sarkozy en una investigación confidencial del ministerio de Defensa.

El propio presidente francés, Jacques Chirac, se vio obligado entonces a defenderse públicamente de «haber solicitado cualquier investigación de personas polí­ticas», mientras que Villepin aseguró que nunca ordenó que Sarkozy fuera investigado.

En noviembre pasado, la ministra de Defensa Michí¨le Alliot-Marie habí­a sido citada al tribunal e interrogada durante once horas por los mismos magistrados.

El 6 de diciembre, el consejo de ministros habí­a autorizado esta audición excepcional de un primer ministro ante los jueces, la segunda en la historia de la Quinta República francesa.

Al salir este viernes de la dependencias judiciales, De Villepin habló brevemente con la prensa, presentándose como una «ví­ctima» en este asunto.

«He estado muy feliz de poder aportar mi testimonio en este asunto, en el cual he sido ví­ctima durante largos meses de calumnias y mentiras», afirmó.

La condición de simple «testigo» significa que, por el momento, no hay cargo contra el primer ministro. Sin embargo, esta situación puede evolucionar hacia una inculpación según la apreciación de los jueces durante el resto de la instrucción.

Hasta la fecha han sido inculpadas cuatro personas, entre las cuales Jean-Louis Gergorin, hasta hace poco ex vicepresidente de EADS, el grupo industrial número uno de la defensa y el espacio en Europa y amigo de Villepin.