Maradona y los ocho Diego


Diego Milito, uno de los

Una pléyade de jugadores que tiene en común nombre y fama entrará en escena el viernes cuando sea inaugurado el Mundial de Sudáfrica-2010: son ellos los hijos futbolí­sticos del Diego, el mí­tico 10, que cuando estos chicos nací­an estaba en lo alto de su gloria.


Y es que Diego Armando Maradona, el Pibe de Oro, no sólo realizó proezas en las canchas con una pelota pegada a la pierna izquierda, sino que inspiró los más genuinos sentimientos de quienes laten, sueñan y viven con el fútbol.

Son 8 los jugadores mundialistas que llevan el nombre del Diego, diseminados en los seleccionados de Uruguay, Paraguay y, por supuesto, Argentina, además de Suiza.

Es el equipo de Uruguay, vecino de uno de las capitales futbolí­sticas de América del Sur, Argentina, donde nació Maradona, que -quizás por la influencia geográfica- tiene en sus filas el mayor número de jugadores llamados Diego, según la lista oficial de la FIFA para el ecuménico sudafricano.

Cuatro de ellos: el volante Diego Pérez, los defensas Diego Lugano y Diego Godí­n, y el atacante estrella del Atlético de Madrid, Diego Forlán, nacieron en los albores de los 80, cuando Maradona comenzaba a labrar -a fuerza de goles y malabarismos- su tránsito hacia la fama.

A inicios de los 80, Maradona ya habí­a deslumbrado en la selección albiceleste y su club, el Argentinos Juniors, y ya era considerado un ser de otro planeta y, consiguientemente, el mejor jugador del mundo.

Quizás también en honor al legendario 10, los padres de Barreto, el arquero alterno del seleccionado de Paraguay, hayan bautizado a su hijo, nacido en 1981, con el nombre de Diego. El portero es cuidavallas del Cerro Porteño de su paí­s.

Aunque es indiscutible su influencia en Argentina, donde Maradona está elevado al rango de leyenda viviente y hasta existe un culto en el que se lo parangona con Dios, su nombre sólo lo ostentan dos de los seleccionados albicelestes que llegaron a Sudáfrica por gloria.

El más célebre de ellos es el delantero Diego Milito, estrella del Inter, que comienza a transitar una trayectoria similar a la de Maradona -que a principios de los 80 arribó al Nápoles- en el competitivo calcio italiano.

Fue bajo el influjo del Vesubio que el Diego deslumbró al mundo y emergió hacia la gloria.

El portero argentino Diego Pozo (1978) es otro de los herederos del nombre famoso.

Otro portero, Diego Benaglio, nacido en Suiza en 1983, año en que Maradona estaba en pleno apogeo en Europa, es también uno de los tocayos famosos del actual técnico del seleccionado argentino.

Pero a pesar de la homonimia, hay quienes piensa que Diego es único y como él no hay dos.

Los «hijos del Diego» y Diego mismo, como entrenador de Argentina, serán protagonistas en el rutilante espectáculo del Mundial de Sudáfrica-2010 que echará a andar su andamiaje el viernes en el estadio Soccer City de Johannesburgo.