El DT argentino Diego Maradona produjo un giro hoy en los ensayos para el partido contra Corea del Sur del jueves al probar a Maxi Rodríguez como volante y conservar el esquema de tres defensores.
El mediocampista del Liverpool de Inglaterra jugó en el entrenamiento en el lugar de Juan «Brujita» Verón, quien fue preservado y no estuvo en la cancha, en plan de recuperarse de una dolencia muscular.
El volante Jonás Gutiérrez volvió a su plaza de volante-lateral derecho, en asistencia de la línea de tres de zagueros netos, en el diseño que idea Maradona para el segundo encuentro.
El partido se disputará en Johannesburgo, en el estadio Soccer City, por el Grupo B que lidera Corea del Sur, con tres puntos, al igual que Argentina, pero con mejor diferencia de gol.
Si se afirma la nueva tendencia mostrada el martes, que descarta fortificar la defensa con el zaguero Nicolás Burdisso, los argentinos pondrían de nuevo un equipo lanzado al ataque, como contra Nigeria (1-0), a pesar de que su talón de Aquiles fue la defensa y su flanco derecho.
A la selección argentina de fútbol lo único que le sirve es salir campeón mundial, en Sudáfrica-2010, para no ser criticado, sostuvo el delantero Carlos Tevez.
«Hacer un buen Mundial para Argentina es salir campeona. No queda otra. Si quedamos en cuartos, octavos, o lo que sea, no sirve», dijo el atacante del Manchester City en conferencia de prensa en Pretoria.
Tevez dijo que daría «todos los campeonatos que tengo con tal de salir campeón del mundo con Argentina. La sensación que tengo aquí es inexplicable».
El delantero abordó por su cuenta también, la polémica sobre el uso de las vuvuzelas en los estadios sudafricanos, y dijo que «con esa sirena, esa trompeta, no sé lo que es, se hace muy difícil hablar dentro de la cancha».
«Tenés que gritar, y justo cuando necesitás estar concentrado. Se va el aire, te molesta muchísimo», dijo despertando carcajadas entre los presentes en la rueda en el Centro de Alta Perfomance de la Universidad.
Sobre su variada posición en el campo, Tevez dijo que «si el equipo necesita que me ubique de ocho, voy de ocho, si me necesita que haga el doble cinco, voy de doble cinco».
«Hay que dejar de lado la persona, sacrificarse por el equipo. Si eso va en contra de mi rendimiento y no hacer tres o cuatro goles, no voy a pensar en eso. Estamos en un Mundial. Estamos para que el equipo gane y no para que uno salga en la primera plana», explicó el futbolista.
Al concluir los movimientos en el High Perfomance Center, Maradona se abrazó el martes con la líder de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y apoyó la campaña para que la entidad reciba el Premio Nobel de la Paz, al terminar una práctica en la que también recibió efusivamente a Gabriel Batistuta.
«Gracias por venir, las quiero mucho», le dijo Maradona a Carlotto, quien le retribuyó su público respaldo a la institución que busca a unos 400 bebés robados durante la dictadura (1976-1983), tras haber recuperado a un centenar de ellos, que tenían la identidad cambiada por apropiadores.
«Gracias a vos Diego, por tu lucha, por todo lo que representás», le dijo Carlotto al seleccionador, quien le entregó un banderín de la liga argentina de fútbol, en un día de frío y vientos intensos.
Tras saludar a la dirigente humanitaria, Maradona se confundió en un abrazo fuerte con su antiguo compañero de equipo Gabriel «Batigol» Batistuta, quien presenció el entrenamiento en las tribunas mezclado entre los periodistas.
«Â¡Aquí traemos a buenas personas!», gritó Maradona desde el campo a los periodistas.
Argentina está considerada ahora de un modo diferente a lo que sucedía cuando aterrizó en Sudáfrica y el poder de sus delanteros quedó demostrado con numerosas situaciones de gol, aunque se cansaron de errarlos.
Por primera vez se vio a Leo Messi ser el delantero temible del FC Barcelona.
«No podemos escondernos con que no somos candidatos, con los jugadores y el técnico que hay. Pero eso hay que demostrarlo en cada partido», evaluó Burdisso.
De su lado, el entrenador de Corea del Sur, Huh Jung-moo, acaba de formular un aviso de advertencia a su rival al afirmar que «poco importa cuán fuertes son. Si hacemos lo necesario podemos crecer».
«Argentina es el mejor equipo del grupo y podría tranquilamente llegar hasta la final. Pero algo inesperado siempre puede pasar», completó la idea el caudillo del equipo asiático, Park Ji-sung, quien marcó un gol ante Grecia en el debut (2-0).