Hemos llegado a la más grande descomposición humana y quizás la más espeluznante en el mundo, la falta de valores espirituales se hace presente en estos seres dementes, desquiciados que se recrean descuartizando a sus víctimas.
Que más descrédito, es para la mala seguridad del país y veremos hasta donde esta embestida nos puede llevar, pues las leyes son inoperantes y los que las imparten no tienen la responsabilidad de velar por el orden constitucional, son letra muerta en el papel.
Lo acontecido el 10 de junio 2010 de lo que fue el macabro encuentro de cabezas humanas en diferentes puntos de la ciudad, nos tomó en desesperanza ver que estamos perdidos en un pantano sin salida y que las leyes las hacen los que operan fuera de la misma.
DIOS es grande y poderoso y urge su venida ya que el mundo se ha corrompido, en odios y rencores, el malvado corazón del hombre se ha perdido envuelto en su pasión por destruir con saña a sus hermanos.
Y como hacer para que estos seres, que se han descarriado hacia los caminos de la maldad, vuelvan al redil del amor y la bondad y entreguen su corazón a JESUCRISTO QUIEN ES EL CAMINO, LA RESURRECCIí“N Y LA VIDA, la maldad no puede triunfar sobre la verdad y la razón.
Roguemos a Dios, para que estos seres vuelvan a la coordinación y la razón que han perdido, porque para hacer la que hicieron, es creíble sólo en aquellos que han perdido la razón y automáticamente se han convertido en máquinas humanas destructoras.