Máquina para tercera opción de rescate


Vista panorámica de los trabajos en la mina Copiapó, donde se realizan hasta tres acciones para sendas ví­as de rescate de los mineros atrapados. FOTO LA HORA: AFP Ariel MARINKOVIC

Una sonda petrolera que cavará la tercera alternativa de rescate para los mineros atrapados en el norte chileno debe llegar hoy desde Iquique, mil kilómetros al norte de Copiapó, en 42 camiones, que deberán turnarse para descargar sus piezas dado que no caben todos juntos en la zona de trabajos.


Los camiones «van a entrar de a uno o dos, descargan, luego bajan y suben otros dos, no van a venir todos juntos en caravana porque aquí­ arriba no cabrí­an», explicó un funcionario del grupo de rescate a la AFP.

La sonda –operada por la empresa canadiense Precision Drilling– tiene capacidad para perforar hasta 2.000 metros de profundidad, a una velocidad que fluctúa, dependiendo de la consistencia de la roca, de 20 a 40 metros por dí­a, explica un documento del gobierno chileno al que accedió la AFP.

Se trata de la tercera opción que manejan los rescatistas para salvar a los mineros, atrapados desde el 5 de agosto, cuando un derrumbe los sepultó a 700 m de profundidad en la mina San José, en el desierto de Atacama.

Actualmente ya están en proceso de trabajo las opciones A y B, cuyos túneles alcanzaban el martes a los 113 y 123 metros de profundidad respectivamente, según informó el ingeniero René Aguilar, del equipo de rescate.

La máquina del «plan B», la T-130, apodada «la milagrosa» por los familiares de los mineros, llegó a una profundidad de 123 metros en solo dos dí­as de trabajo, superando a la del «plan A», que fuera la primera en empezar a cavar.

Pero el avance de la segunda máquina estaba en los planes y no significa un adelanto del plazo oficial del rescate, fijado para principios de noviembre en un escenario optimista o inicios de diciembre, en caso de que se presenten dificultades.

«La T-130 sigue perforando de acuerdo a lo ya planificado. Se mantienen los plazos fijados», dijo Aguilar.

Mientras tanto, Jessica, la mujer de Ví­ctor Zamora, uno de los 33 mineros, iba al médico el martes para hacerse una ecografí­a, en la que se confirmará de cuántos meses está embarazada y si espera «un prí­ncipe o una princesita», dijo su madre, Nelly Bugueño, a la AFP, agregando que tendrá noticias en el correr de este miércoles.

«Ví­ctor está seguro de que es una princesita, y ya tienen el nombre, le van a poner Paz Victoria», explicó.

En tanto, un equipo de la agencia espacial estadounidense NASA que visitó la mina San José advirtió que los mineros deberán recibir ayuda para aprender a manejar su fama y para su reinserción social una vez sean rescatados.

«Una vez que estos mineros salgan tendrán un alto nivel de fama en su paí­s y tendrán mucha presión de la sociedad y de los medios», advirtió en rueda de prensa Michael Duncan, jefe de la misión de la agencia espacial estadounidense.

Los 33 mineros –32 chilenos y un boliviano– quedaron sepultados por un derrumbe en la mina San José, 800 km al norte de Santiago. Recién después de 17 dí­as se logró establecer contacto con ellos, confirmar que estaban vivos y empezar a comunicarse y enviarles alimentos, abrigo y otros elementos.

CAPACITACIí“N Medicina de combate


Un grupo de los 33 mineros atrapados en las profundidades de un yacimiento en el norte de Chile, recibirán capacitación en medicina de combate para enfrentar posibles emergencias durante las tareas de rescate en la que participen, informaron autoridades militares chilenas.

«Como ellos están subdivididos en tres guardias (grupos), vamos a capacitar a un número de 3 o 4 por guardia y convertirlos en rescatistas de la estación 33», como le llaman al campamento minero establecido en las profundidades, dijo el comandante de la Marina de Chile, Andrés Llarena, al diario La Tercera.

Llarena, quien es especialista en medicina de submarinos, aseguró que desde la próxima semana los mineros serán preparados en «medicina de combate, que son técnicas novedosas extraí­das de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y que ellos llevaron a Irak y Afganistán».

Entre las técnicas se incluyen «manejo de la ví­a aérea (ví­as respiratorias), manejo de fracturas cerradas o expuestas y heridas hemorrágicas graves.

De acuerdo con las autoridades, esta capacitación se realiza debido a que los mineros deberán trabajar en la remoción de tierra una vez que las máquinas excavadoras inicien el ensanchamiento de los túneles por donde se planea el rescate, y podrí­an estar expuestos a accidentes.

Los 33 mineros permanecen atrapados a 700 metros de profundidad en el yacimiento San José, ubicado 800 kilómetros al norte de Santiago, en medio del desierto de Atacama.