El primer ministro francés, Manuel Valls, asumió hoy en París el cargo anunciando una rápida puesta en marcha de las reformas en el país.
El socialista de 51 años abogó por lograr con rapidez los objetivos marcados por el presidente, François Hollande, quien decidió remodelar el gabinete de gobierno tras la severa derrota sufrida en las elecciones municipales.
Pero todo ello exige también justicia social, dijo Valls, hijo en un pintor español exiliado en Francia. El hasta ahora ministro del Interior presentará mañana su nuevo gabinete, que se verá reducido con respecto a las 38 carteras que había con su predecesor, Jean-Marc Ayrault.
Valls encabezará un «gobierno reducido y de combate», tal como pidió el presidente Hollande. Según una encuesta del Instituto BVA, los franceses desean ver en el gobierno a Laurent Fabius (titular de Exteriores), a Jean-Yves Le Drian (Defensa) y a Bertrand Delanoë, hasta ahora alcalde de París.
El banco Société Générale, una de las mayores entidades del país, señala en un informa que con Valls el gobierno se encamina hacia medias socialdemócratas. La patronal exigió por su parte mejorar la competitividad de las empresas. Una política que persiga ese objetivo fomenta el empleo y la capacidad de consumo, señaló.
En tanto, los socios en la eurozona recordaron hoy a Francia sus promesas de ahorro. «Francia tiene que cumplir con sus compromisos de estabilidad y crecimiento», dijo en Atenas el líder del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Paris se ha comprometido a cumplir en 2015 con limitar el déficit al tres por ciento, cumpliendo así con los compromisos de Maastricht. El año pasado, el déficit fue del 4,3 por ciento, según las últimas cifras.
Valls se reunió hoy con sus socios ecologistas de gobierno, los Verdes, después de que dos miembros de esta formación y que forman parte del actual gabinete, Cécile Duflot y Pascal Canfin, anunciaran que no formarán parte de un gobierno con el socialista, que se enmarca en el ala conservadora de los socialistas.
No obstante, los socialistas cuentan con la mayoría necesaria para gobernar en solitario.
Valls representa al sector pragmático, el centro-izquierda del partido gobernante, y como ministro del Interior tomó decisiones controvertidas, como la línea dura que ha mantenido con los asentamientos ilegales de gitanos procedentes de los Balcanes o el Islam radical.
Desde el punto de vista económico, se le encuadra como un reformista, en la línea del ex primer ministro británico Tony Blair. Además no ha escondido sus aspiraciones de convertirse algún día en presidente.
La decisión de Hollande de colocar a Valls al frente del gobierno se interpreta como que pretende seguir adelante con su programa de recortes en gastos y exenciones fiscales a las empresas que tanto descontento ha generado entre el electorado de izquierda.