Mamá sospechosa


Sospechosa. Kate McCann (C), madre de la desaparecida Madeleine, niña de cuatro años de edad, será acusada de lo ocurrido a su hija.

La madre de Madeleine McCann (Maddie), interrogada ayer durante once horas por la policí­a portuguesa, será inculpada hoy en el marco de la investigación sobre la desaparición de su hija en mayo en Portugal, anunció un portavoz de la familia.


Kate McCann, interrogada en los locales de la Policí­a Judicial (PJ) de Portimao (sur), fue «informada al concluir la audiencia que debe tener un estatuto de «arguido» para responder» a las «22 preguntas que los investigadores deben hacerle», explicó David Hughes.

Según un penalista portugués interrogado, «el estatuto de ’arguido’ corresponde a la inculpación de una persona sobre la que hay dudas de que haya cometido un delito pero sin que haya acusaciones precisas».

Hughes explicó que, «a causa del tipo de preguntas que tienen que hacerle, hay que inculparla».

Precisó además que la señora McCann es esperada a las 3:30 (hora de Guatemala) en los locales de la Policí­a Judicial de Portimao.

Según la defensa de la familia McCann, citada por la cadena de informaciones portuguesa Sic Noticias, la inculpación de Kate McCann le facilitará «defenderse, en especial callarse».

Ayer, la madre de Maddie habí­a pedido poder beneficiarse de un estatuto de testigo asistido para poder acceder de esa manera al expediente.

«Maddie», entonces de tres años, desapareció el 3 de mayo en el balneario de Praia da Luz, cuando dormí­a acompañada de sus dos hermanos, una niña y un niño mellizos de dos años, mientras los padres cenaban con amigos en un restaurante a unos cincuenta metros de distancia.

Su marido será interrogado de manera separada a partir de las 14H00 (12H00 GMT).

Los esposos niegan cualquier culpabilidad en la desaparición de su hija.

El largo interrogatorio de la señora McCann se produjo tras recibir los resultados de análisis médico-legales efectuados por un laboratorio de Birmingham, en Inglaterra.

Los investigadores están «muy satisfechos con los elementos que recibieron», indicó el jueves un inspector de la policí­a portuguesa.

Cerca de tres meses después de la desaparición, la policí­a encontró, con la ayuda de perros especializados venidos de Gran Bretaña, restos de sangre en uno de los muros y sobre una cortina de la habitación de la cual desapareció la pequeña Maddie.

La policí­a judicial explicó que lo habí­a descubierto varias semanas después de la desaparición de la niña, ya que no disponí­a de medios para detectar rastros biológicos «invisibles a simple vista».

Mientras sus padres siguen esperando encontrar a su hija viva, la policí­a portuguesa privilegia la hipótesis de su muerte.