Al enterarme de la «propuesta» del Ministro de Finanzas Públicas sobre el llamado Impuesto de Reconstrucción, que según él los empleados públicos y los trabajadores de las empresas privadas deben aportar forcivoluntariamente dicho tributo; me dio tanta cólera por dicha actitud que contiene una fuerte carga de hiel de injusticia, mayormente que los funcionarios y los empresarios están libres de este gravamen ¡Qué de al pelo! Como él devenga un grande y jugoso salario, que le permite tener un superávit presupuestario, ¿Qué le importa que otros sufran un desmedro en su economía familiar ¡En Guatemala infortunadamente se devengan salarios que lloran sangre; porque a pesar que todo sube de precio, el gobierno no ha implementado una política de aumento salarial; asimismo sucede en varias empresas de la iniciativa privada, donde hasta se trabaja de más y no es remunerado dicho tiempo laboral.
El gobierno de Guatemala tiene los fondos suficientes, y la obligación moral y legal de entrarle a la reconstrucción del país, aunado al millonario aporte de la Comunidad Internacional en Euros y dólares que han ofrecido, que de sobra alcanza para la reconstrucción que se tiene programada. Si el presidente ílvaro Colom Caballeros acepta esta malévola propuesta de su Ministro, se estaría sepultando políticamente él su partido político, ya que esta `proposición ingeniosa inflamada del infierno, es una barrabasada que sólo a este señor de las finanzas del país se le pudo haber ocurrido «en tiempos de solidaridad».
Lo que me llama poderosamente la atención de todo esto, que han sido pocos los sectores populares del país que se han pronunciado en contra de esta propuesta-atropellamiento que va en detrimento de la Clase Trabajadora del país; parece que algunos de estos sectores se ha dedicado más a actividades cosméticas e intrascendentes, que no hunden ni siquiera la epidermis de las verdaderas necesidades del pueblo de escasos recursos económicos… ¡Qué lástima! Ahora saliendo de la fantasía y entrando al mundo de la realidad, es que el guatemalteco ya no soporta más y más cargas de tributos que están empobreciendo en aumento a los sectores más desposeídos del país. A no ser que se tenga masivamente planificado, incrementar los indigentes que ya abundan en toda Guatemala. Organicemos y manifestemos nuestro NO, a esta barrabasada de propuesta.