Cualquier tipo de maltrato es una manera agresiva y negativa de relación e interacción con el niño o la niña y tiene una importante repercusión en su desarrollo psicológico. Solamente el hecho de que los niños observen conductas violentas dentro del hogar, constituye una expresión de maltrato psicológico contra ellos. Cuando hay maltrato físico se puede afirmar que siempre hay daño psicológico, pero puede existir maltrato psicológico por sí solo.
El maltrato emocional se encuentra constituido por actos nocivos ante todo de carácter verbal, descalificando al niño, contribuyendo a que su sentido de valor se deteriore. Ej. Insultarlo, colocarle apodos despectivos. Decirle: sos un estúpido, no servís para nada, nadie te quiere, sos un idiota. Quítate de allí porque sos un estorbo, sos feo, culpa tuya las cosas andan mal.
Adicionalmente se describe el abandono emocional como: “La falta persistente de respuesta a las señales (llanto, sonrisa), expresiones emocionales y procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño y la falta de iniciativa de interacción y contacto, por parte de un figura adulta dentro del seno familiar”. La forma de vestir de un niño, la manera de reprenderle o castigarle, las actividades que se le obliga o induce a hacer, puede tener un marcado signo de rechazo emocional.
Gabarino (1986) matizaba el concepto de maltrato emocional en cuatro subgrupos: rechazo, aterrorizar, aislamiento e ignorar. Pero no se llega a un consenso general acerca de esta clasificación. Sin embargo, se conceptualiza al maltrato emocional de la siguiente manera: “conductas dirigidas de manera intencional por un adulto hacia un niño, que producen en él daño interno a través de sentimientos negativos (desvalorización, desestima) hacia su propia persona sin justificación ni necesidad”.
El impacto emocional de una conducta adulta en un niño adquiere valoración negativa en función de los términos de comparación de conductas que utilice el sujeto. Los cuales pueden ser de dos clases: Las conductas habituales de trato a los otros niños en ese mismo medio social y cultural; y las conductas habituales de trato a ese niño por otras personas. Lo relativo de la interpretación de las conductas es lo que hace especialmente difícil la intervención y la prevención en los casos de impacto emocional negativo.
La dificultad para objetivar el maltrato emocional se hace mayor cuando se refiere a conductas que representan formas culturales establecidas y aceptadas. Fuente: Bueno B. Agustín. El Maltrato Psicológico/ Emocional como expresión de violencia hacia la infancia. Profesor de psicología Social de la Universidad de Alicante.
Considero que una de los mayores problemas para erradicar el maltrato a la niñez consiste en que no es percibido. Debido a que en los diversos contextos sociales existen maneras solapadas o claras de manifestaciones de violencia y esta de alguna manera es legitimizada socialmente. De manera probable los mismos adultos han tenido la vivencia de maltrato y posiblemente no lo han descrito como tal. No abordo las consecuencias del maltrato emocional considerando necesario describir las consecuencias del maltrato de manera conjunta.
Dentro del mundo se ha apreciado de manera significativa la necesidad de paz, sin embargo, el tema como que escapa al territorio de la niñez, la mujer y la familia. Mientras no se comprenda la necesidad de ejecutar cambios individuales, familiares, comunitarios y sociales. Nos encontraremos renqueando en el trabajo dirigido para la construcción de la paz.