Es vergonzoso que la situación de las bandas criminales que operan en nuestro país no se puedan erradicar, la cuestión es que las mismas autoridades se hacen de la vista gorda y permanecen de brazos cruzados; el motivo es sencillo, en algunos casos los meros cabezones de la Policía están metidos en babosadas y cometiendo un montón de muladas. Imagínese usted, que el propio Ministerio Público asegura que la organización delictiva integrada por policías y presidida por Porfirio Pérez Paniagua pretendía robarse todita la droga en el bulevar Las Buganvillas de la zona 18, pero a cambio de unos cuantos dolaritos (300 mil) todo se arregló. Esto sucedió a mediados del mes de agosto de 2009. La mera verdad es que la PNC va cada día perdiendo credibilidad como resultado de las malas hierbas que aún permanecen infiltradas en dicha institución. Sin embargo, no todo está podrido en la PNC, no todos los elementos son malos, los buenos son contaditos; la mayoría son delincuentes, uniformados que no sólo se la llevan de brincones, abusivos y prepotentes, sino que también son asesinos, extorsionistas y mafiosos a gran escala. Las noticias calientitas y las primicias del acontecer nacional usted ya las conoce a través del vespertino La Hora, que transmite son tapujos la veracidad de los hechos. Recientemente dos agentes de la PNC que no vale la pena mencionar sus nombres, fueron capturados en Jutiapa, por su vinculación con una banda de robacarros. Los polis estaban de descanso y aprovecharon el descansón pérez, para ir a robar a Jutiapa, ya que ellos estaban asignados a la Comisaría 11 del mero Centro Histórico Capitalino. Otro caso fresquesito: pobladores de Joyabaj, Quiché, hartos de tantos abusos se agruparon para expulsar y mandar al carajo a la PNC de la localidad, por su participación en actos de corrupción y extorsiones. El vicepresidente de la junta local de dicha comunidad Reynel Pérez, pero no Paniagua, sino Santos, dijo que el jefe de la subestación 71-41 Marvin Renato Franco Coronado y otros policías se dedicaban a intimidar a los vecinos y a pedirles dinero por cualquier cosa o falta menor. Las extorsiones eran de 300 quetzalitos en adelante, según afirmaciones del dirigente comunal. Fíjense ustedes, que hace un par de años un mi paisano me dijo: púchica vos, fijate que allá por Zacapa todo ha sido bastante tranquilo, pero ahora resulta que de la noche a la mañana aparece un grupo de matones que nada que ver con vestimenta de vaqueros y sombreros orientales. El caso es que un grupo de policías de la comisaría de Zacapa, se dedicaba a extorsionar, buscando empresarios exitosos y antes de comenzar el transe los amenazaban con tronárselos si no se ponían firmes con el montón de pisto que exigían. Por lo menos tres elementos uniformados fueron capturados en aquella oportunidad. Ojalá que la CICIG haga algo en estos rollos que por cierto son bien gruesos. «La CICIG ha resultado, una piedra en el zapato, con lo poco que ha logrado, muchos tiemblan hace rato». Minutero de La Hora.