No es primera vez que los guatemaltecos notamos al realizarse el cambio de un funcionario público que lo primero que hace el sucesor es quejarse por la carencia de recursos en la entidad que corresponda. El Ministerio Público no fue la excepción. La licenciada Thelma Aldana, recién designada Fiscal General en el primer día de trabajo, pudo constatar entre otras cosas, que en una fiscalía se contaba con diez vehículos, pero sin llantas en buen estado; que había gente hacinada en pequeñas oficinas; que era notoria la falta de suficientes investigadores, como que para el mejor desempeño de sus labores mucho personal carecía del equipo indispensable.

Lo anterior resulta una muestra palpable de lo que hemos venido repitiendo cuando vemos que la gran mayoría de funcionarios son advenedizos y que llegan sin tener la capacidad de administrar bien los recursos. Podrán tener  alguna idea sobre las funciones que realiza la dependencia, pero en cuanto a sus capacidades de organización y administración son muy limitadas y algunas veces hasta inexistentes. De ahí que los resultados siempre sean deficitarios y más todavía si le agregamos que la cabeza gubernamental y sus colaboradores, tampoco son duchos para elaborar presupuestos o que para su planificación invariablemente siguen privando los intereses político-partidarios, lo que trae como consecuencia que la administración pública sigue siendo la calamidad que a todos consta, a pesar de  llevar tanto tiempo de sufrir sus consecuencias.

¿Quién no se ha dado cuenta que el Ministerio Público ha sido deficitario en la prestación de los servicios que está llamado a cumplir para evitar la espantosa impunidad en la que hemos venido viviendo? ¿Quién duda que en infinidad de veces los jueces se ven forzados a dictar sentencias absolutorias por falta de pruebas contundentes que debieran haber aportado los fiscales encargados? Y ¿a quién no le consta el sinnúmero de delitos, entre otros, los robos de celulares o de vehículos, solo para citar un par de ejemplos, que no han podido ser penalizados desde hace muchísimo tiempo, porque el MP no cuenta con la gente capaz y necesaria ante la falta de recursos suficientes?

De ahí que insistamos en la necesidad que la población no debiera de perder de vista el objetivo fundamental de las instituciones del Estado para lograr que cada una de ellas lo cumpla a satisfacción, en vez de andar perdiendo el tiempo en discusiones estériles que no conducen a nada positivo, cuando lo que se debe hacer es lograr el bien común. Tristemente a través de los años hemos visto pasar solo gobiernos que, en vez de ir para adelante, cada vez más nos llevan de retroceso.