Dos barcos pesqueros con siete personas a bordo permanecían en paradero desconocido anoche en Irlanda, mientras que el tráfico en el canal de la Mancha se vio perturbado por violentos vientos que causaron la muerte de un hombre en el sureste de Inglaterra.
Vientos de fuerza 10 (102 km/h) en la escala de Beaufort forzaron el cierre momentáneo del puerto inglés de Douvres, perturbando el tráfico marítimo entre Francia e Inglaterra.
La intensidad del viento provocó igualmente ayer la muerte de un hombre cuando un árbol cayó encima de su coche mientras circulaba por Somerset (suroeste de Inglaterra).
Además, un barco pesquero irlandés con cinco personas a bordo –cuatro irlandeses y un ucraniano– se encuentra en paradero desconocido desde el miércoles por la tarde en Dunmore East (costa sureste de Irlanda).
Según las primeras hipótesis, la embarcación podría haberse hundido frente a la costa del sureste irlandés debido a los violentos vientos, informaron los guardacostas.
La búsqueda quedó interrumpida desde la caída de la noche del jueves, aunque según explicó a la AFP un portavoz de los servicios de guardacostas de Irlanda, las operaciones se reanudaron el viernes con las primeras luces del día.
Además, los guardacostas irlandeses anunciaron también la búsqueda de otra embarcación, la Honeydew II, con cuatro hombres a bordo, cuyo último contacto por sistema de posicionamiento automático se remonta a las 23H30 GMT del miércoles por la tarde.
Por otro lado, un buque de carga a la deriva, que transportaba 4.200 toneladas de fertilizantes en un mar del Norte encrespado, evitó el jueves la colisión con una plataforma de extracción de gas.
Pese a que el incidente se saldó sin daños, agentes de seguridad británicos continúan vigilando la marcha del navío.
En Francia, los servicios meteorológicos emitieron una alerta naranja, de riesgo medio, para el norte de país por causa del viento, de entre 100 y 120 km/h.
El tiempo perturbó también el tráfico aéreo en el aeropuerto internacional de Amsterdam-Schiphol, donde se registraron importantes retrasos.
En Apeldoorn (norte), una parte del techo del museo de la policía de Holanda se lo llevó el viento mientras que diversas colecciones de valor histórico han sido cubiertas con una lona como remedio de urgencia para resguardarlas de las inclemencias.
Una embarcación con 94 personas a bordo se encontraba desde anoche a la deriva en el mar del Norte, al oeste de Escocia, en un sector azotado por violentos vientos, indicó hoy el servicio de guardacostas.
El buque ’Orelia’ «se quedó sin motor principal y no conocemos la razón», indicó una portavoz de la agencia nacional de guardacostas, que precisó que ninguno de los ocupantes de la embarcación fue evacuado.
Los guardacostas dieron la alarma a las 23H15 GMT del jueves, cuando el «Orelia» se encontraba a unas 115 millas al noreste de la costa de Aberdeen (Escocia).
Una embarcación de asistencia, la «Pacific Blade», llegó al lugar el viernes por la mañana, mientras que un segundo buque, el «Far Sovereign», se dirigía a la zona.
«Intentarán lanzar un cable al ’Orelia’ para poderlo remolcar a puerto, probablemente al de Aberdeen», precisó la portavoz.
Durante la noche del jueves al viernes, el barco siniestrado pasó cerca de varias instalaciones petrolíferas y de gas, que son numerosas en esta zona del mar del Norte, pero el viernes por la mañana estaba «en alta mar», sin amenaza de colisión con ninguna plataforma.
El «Orelia» logró mantener su posición gracias a cuatro de sus motores aún en funcionamiento, según George Downie, miembro del servicio de guardacostas de Aberdeen.
«El clima ha sido muy difícil, con fuertes vientos y un mar con olas de 10 metros de altura. Es muy probable que el motor se rompiera por una ola que causó problemas eléctricos», añadió.