Maestros y Revolución


JORGE DIí‰GUEZ

Que grato es leer comentarios mesurados sobre las exigencias magisteriales de junio de 1944, que sin muchas ilusiones de grandiosidad de orden polí­tico, pedí­an mejoras salariales y oportunidades de superación cientí­fica en una universidad nacional autónoma accesible a todos. Los nombres de Rafael Tishler y Ví­ctor Manuel Gutiérrez permanecerán en la memoria histórica de buenos lí­deres que organizaban marchas pací­ficas para dejar oí­r la voz popular que propugnaban por cambios fundamentales en la vida polí­tica del paí­s. Los años pasan y los escasos diez años 1944-1954 de democracia pura, no fueron suficientes y la ciudadaní­a sigue implorando un cambio estructural, hoy distinto, que se acomode a los nuevos tiempos de una economí­a mundial globalizada que no tiene retroceso.