El presidente Nicolás Maduro solicitó ayer a la Asamblea Nacional una ley especial para obtener poderes para legislar por un año en medio de críticas de opositores que consideran que la acción fortalecerá políticamente al gobernante en medio de los severos problemas económicos que enfrenta el país.
La ley Habilitante «es un instrumento absolutamente necesario… para corregir lo que está mal hecho, los errores del burocratismo, solo luchando contra eso lograremos imprimirle toda la eficiencia que necesita la revolución para resolver los problemas del pueblo. O lo hacemos hoy o la corrupción se va a tragar la patria», dijo el gobernante en un largo discurso en la Asamblea Nacional transmitido en cadena de radio y televisión.
«Este es un asunto crucial, trascendente, de vida o muerte para la República Bolivariana. Si la corrupción sigue reproduciéndose y perpetuando su lógica capitalista de destrucción, aquí no habrá socialismo. El socialismo nunca podrá afianzarse en su dinámica profundamente humana entre nosotros en medio de los antivalores de la corrupción», insistió el gobernante, quien en agosto anunció que pediría una ley habilitante para reformar leyes relacionadas con la corrupción.
«Hoy he venido a pedir poderes habilitantes para profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética política, por una nueva vida republicana, por una nueva sociedad», acotó.
En medio de los gritos de legisladores opositores, que lo acusaban de encubrir la corrupción en el gobierno y convertir la lucha contra ese delito en un arma de persecución política, Maduro afirmó que no permitirá «la corrupción ni de cuello amarillo (opositores), ni la corrupción de cuello rojo rojito (funcionarios del gobierno). Es el mismo ‘hamponato’ vista como se vista, la misma conducta apátrida y antipopular».
«Puño de hierro es lo que voy a usar contra la corrupción, el burocratismo, contra la ineficiencia», aseguró.
El fallecido Hugo Chávez obtuvo de la Asamblea Nacional cuatro leyes habilitantes (1999, 2000, 2007 y 2010) que le permitieron aprobar por la vía de decreto cerca de 200 reformas legales y nuevas legislaciones que utilizó para ampliar el poder del Estado, incrementar los controles sobre todos los sectores del país, y llevar adelante la instauración de su modelo socialista.
La oposición en bloque se ha negado a aprobarle a Maduro una ley habilitante alegando que esa normativa limitará las funciones del Congreso y dará poderes discrecionales al Ejecutivo.
«Estamos metidos en un panorama económico muy complejo y con la ley habilitante nuestro pueblo no va a ir al abasto, ni hará que aparezcan los alimentos en el mercado. Eso es mentira. Puro cuento. Acá hay unas crisis. A este gobierno se lo llevó por delante la incapacidad», indicó el martes el excandidato presidencial y líder opositor Henrique Capriles.
«Pareciera que hay intenciones de salirse de la Constitución, si es así llamo al pueblo a desconocer esta Ley, si se aprueba sin los votos de las tres quintas partes de los parlamentarios, es decir sin el voto de 99 diputados», agregó Capriles en su programa de televisión por internet al asegurar que los 67 diputados opositores negarán la solicitud de Maduro.
Aunque el oficialismo solo dispone en la actualidad de 98 diputados, algunos dirigentes han asegurado que pronto lograrán el apoyo de un diputado adicional para lograr los 99 votos requeridos para darle la ley habilitante a Maduro.
Además de reformar leyes relacionadas con la corrupción, Maduro en los últimos días sorprendió al país al anunciar que mediante la ley habilitante también realizará reformas en materia económica. Maduro ha acusado al sector empresarial, sin presentar pruebas, de estar promoviendo una «guerra económica», de estimular el desabastecimiento de algunos bienes y de generar presiones en el mercado paralelo donde la divisa estadounidense se cotiza a más de cinco veces el valor de la tasa oficial de 6.30 bolívares por dólar.
Los empresarios, por su parte, ha denunciado que el gobierno ha impuesto desde hace casi un año fuertes restricciones en la entrega de divisas oficiales lo que ha afectado la importación de materias primas, maquinarias y repuestos y ha generado el descenso en la producción y severos problemas de desabastecimiento de algunos alimentos y productos básicos como el papel higiénico.
Al respecto expresó que el aparato productivo del país «ha sido impactado de una manera muy aguda por distorsiones como el acaparamiento, el contrabando, el mercado de divisas ilegal»
«Aquí no habrá socialismo si la burguesía sigue disfrutando de privilegios flagrantemente incompatibles con una dinámica socialista, de importar a gran escala sin que se le ponga coto. Sinceremos las cosas con el mayor rigor autocrítico», añadió Maduro, sin dar detalles.
Venezuela es altamente dependiente de las importaciones, las cuales suplen más de la mitad de los alimentos procesados que se consumen en el país, según cálculos de la encuestadora local Datanálisis. Durante el 2012 las importaciones alcanzaron casi 60 mil millones de dólares.
Las fallas en el abastecimiento de bienes han venido acompañadas de una fuerte aceleración de los precios que llevaron en agosto la inflación anualizada a 45.4%, una de las mayores tasas que se ha alcanzado en los últimos años. Venezuela padece desde hace siete años la mayor inflación de la región a pesar de tener desde hace una década un control de precios y de cambios.
El gobierno de Maduro también enfrenta un fuerte déficit fiscal que las bancas de inversión estiman en alrededor de 15% del producto interno bruto, y una caída de 24.6% en lo que va del año de las reservas internacionales que cerraron en 22 mil 423 millones de dólares para el 7 de octubre.