El oficialista Nicolás Maduro se juramenta como presidente de Venezuela bajo la sombra de quien considera su padre, el fallecido mandatario Hugo Chávez, y de una auditoría de votos pendiente que la oposición confía le permitirá revertir los resultados de los comicios más reñidos en la historia reciente del país.
CARACAS Agencia AP
Maduro asistirá a la Asamblea Nacional para la ceremonia de juramentación, a la que la oposición decidió no asistir, pero en la que contará con la presencia de al menos una docena de presidentes y primeros ministros que han reconocido el triunfo del autodefinido como «hijo» de Chávez.
Entre los mandatarios asistentes se encuentran el colombiano Juan Manuel Santos, el cubano Raúl Castro, el iraní Mamud Amadineyad, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega. También arribaron las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff; de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica.
Llega, además, con el respaldo en el bolsillo del bloque Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, que reúne a ocho países y que tras una reunión extraordinario acordaron una declaración de respaldo a su triunfo electoral.
La juramentación ocurre un día después de que el Consejo Nacional Electoral, en una sorpresiva decisión, anunciará una ampliación de la auditoría electoral y que ahora comprenderá las mesas de votación no revisadas tras los comicios, lo que para algunos abre un camino de incertidumbre sobre lo que sucederá.
Así, el Consejo revisará el 46% de las cajas que contienen los comprobantes de votación que no fueron auditadas el domingo pasado. La ley venezolana dice que tras culminar una jornada electoral se debe, de inmediato, auditar 54% de las urnas y mesas electorales en presencia de los representantes de los partidos, los testigos de las mesas de votación y los electores.
La auditoría consiste en abrir las cajas con los comprobantes de votación para que se cuenten en voz alta y su resultado sea transcrito en un acta que da constancia del conteo.
Algunos analistas, sin embargo, no creen que la nueva auditoría alterara los resultados ya anunciados y que otorguen el triunfo oficial a Maduro en los comicios presidenciales que buscaban un sucesor al mandatario fallecido Hugo Chávez.
Se trata de la primera auditoría a la totalidad de los a un resultado de comicios presidenciales en 14 años de chavismo.
Edgard Gutiérrez, consultor político venezolano, dijo a The Associated Press que con la decisión del Consejo Electoral «se abre una suerte de ‘caja de pandora’» de la que no se tiene certeza qué se encontrará en su interior.
Otros muestran un gran escepticismo sobre si la auditoría puede cambiar los resultados.
«Esto no es más que una especie de trueque con los gobiernos de UNASUR para hacerse a la legitimidad que tanto le hacía falta Maduro para posesionarse hoy sin cargos de conciencia», dijo Vicente Torrijos, politólogo y profesor de la Universidad del Rosario en la capital colombiana. «En la práctica, eso significa que el resultado seguirá siendo el mismo y que el CNE actuará de manera protocolaria para ratificar la posesión de Maduro».
Hasta ahora no ha trascendido si hubo algún tipo de gestión diplomática previa en la reunión extraordinaria de UNASUR realizada en las últimas horas en Perú.