Una hondureña cuya hija había desaparecido hace 20 años cuando intentaba cruzar México para llegar a Estados Unidos, se reencontró con ella este fin de semana en el marco de una caravana que partió hace dos semanas desde Tegucigalpa para averiguar la suerte de cientos de emigrantes.
El abrazo entre Emeteria Gutiérrez, de 67 años y su hija Ana Ortiz, de 41, se produjo el sábado a la noche en medio de aplausos en el albergue para migrantes San Juan Diego en Lechería, en las afueras de Ciudad de México, donde globos de colores fueron echados al aire para celebrar el encuentro.
Gutiérrez forma parte de una caravana encabezada por 13 familiares de más de 270 hondureños desaparecidos en los últimos 20 años en México tras dejar sus países en búsqueda del sueño americano.
Ambas callaron y Gutiérrez, una de las más efusivas participantes en la caravana no pudo evitar derramar una lágrima.
«Lo único que espero es hallar a mi hija y que esta travesía que hemos emprendido sirva para que muchos migrantes se reencuentren con sus familias», había dicho a periodistas horas antes esta abuela que dejó a sus nietos en Honduras para adentrarse en México.
Una mujer que vio la foto de la hija de Gutiérrez informó al albergue que creía saber el paradero de esta hondureña, que había partido en 1989 de Tegucigalpa buscando llegar hacia Estados Unidos pero que tras darse cuenta que estaba embarazada se quedó a vivir en México y por miedo al rechazo de su familia rompió contactos con ellos.
La historia de las dos mujeres colmó de alegría a los integrantes de la caravana de hondureños que en la última semana se han reunido con congresistas, han acudido a foros académicos y se han reunido con representantes de cientos de ONG que trabajan en México en amparar a migrantes que, pese a los crecientes riesgos de secuestros y asaltos, insisten en buscar pasar a Estados Unidos.
Incluso el sábado la caravana hizo un alto en su camino para pedir ayuda celestial al visitar la basílica de la Virgen de Guadalupe, en la capital mexicana.
La caravana se inició hace dos semanas en Tegucigalpa y en México y tiene previsto recorrer más de 2.175 km hasta llegar la próxima semana a Puerto Vallarta, donde se realizará el IV Foro sobre Migración de Naciones Unidas. Tan sólo en el último año las autoridades mexicanas han capturado a más de 19.873 hondureños que habían ingresado en forma clandestina, la mayoría de ellos han sido deportados.
Los hondureños se convirtieron desde el año pasado en el principal país de origen de los casi 500.000 migrantes indocumentados que cada año llegan a México, superando a los guatemaltecos y salvadoreños.
No todos tienen la suerte de llegar a su destino en Estados Unidos o de regresar con vida a su país.
Así lo testimonian los cadáveres de ocho hondureños repatriados el viernes a su país. Formaban parte del grupo de 72 inmigrantes de Centro y Sudamérica acribillados en agosto por narcotraficantes en un rancho cerca a la frontera estadounidense.