La madre de una periodista que fue asesinada en 2004 por un político nicaragí¼ense, pidió este jueves a la justicia que no reduzca la condena de 25 años que cumple el homicida, según pretende su defensa alegando ausencia de suficientes evidencias sobre su culpabilidad.
«Tienen la prueba de que mi hija está muerta, no sé que más piden», expresó la madre de la occisa, Elda Sánchez, a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que analizan la posibilidad de revertir la sentencia del acusado mediante un recurso de casación, en estudio, que promovió la defensa.
La corresponsal del diario La Prensa María José Bravo, de 26 años, fue asesinada en noviembre de 2004 de un disparo en el pecho por Eugenio Hernández, un ex alcalde y político del Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha) de Chontales (este), condenado a 25 años de prisión por un juez local.
La policía no esclareció el móvil del crimen, pero la familia lo atribuyó a supuestas amenazas que el político hizo a la joven por informaciones que publicó sobre su partido.
La madre denunció que el PLC, principal partido de oposición, ha tratado varias veces de incidir en los jueces que estudian el caso para liberar al homicida, aduciendo que el disparo que mató a su hija fue accidental.
«Me dicen que yo no tengo pruebas», están «burlándose de mí», se quejó la mujer en una rueda de prensa que ofreció acompañada de su nieto -hijo de la periodista asesinada- y de activistas del no gubernamental Centro Nicaragí¼ense de Derechos humanos (Cenidh) en esta capital.
El Cenidh pidió recientemente a los relatores de Libertad de Expresión de la ONU y la OEA que se pronuncien contra los planes de los magistrados de favorecer al homicida con una reducción de condena.