Made in Guatemala


GLADYS_MONTERROSO

“Acá, acá la cosa tiene que durar siempre” La Yoli

Tuve la oportunidad de apreciar una película argentina, llamada Made in Argentina, es la historia de dos matrimonios, Osvaldo y Mabel han emigrado, con sus dos hijas a EE. UU. por motivos políticos, el otro matrimonio el Negro y la Yoli se quedan en Argentina, él es dueño de un taller de reparación de vehículos de barrio, Osvaldo comparándolo con el Negro está mejor económicamente, el Negro vive al día.

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es


Se rencuentran después de diez años,  Mabel y el Negro son hermanos, ella le propone llevarse a la familia de él con ella, para que vivan mejor, y se desata toda una amalgama de pasiones, tanto de los que se quedaron como de los que se fueron, al final los que siempre vivieron en Argentina deciden quedarse, porque algún día la cosa va a cambiar, y los que se van tienen que hacerlo, a Osvaldo lo atacan sentimientos encontrados,  los recuerdos, la lucha y el amor a la patria lo llaman. La cúspide se desarrolla cuando el Negro le dice a la Yoli que se van a EE. UU., ella se opone, y dice que no se va, que no puede ir a servirle a los Yanquis que tanto daño han causado al país, se hacen de palabras, y se quedan, con su carro que necesita empujones, Osvaldo se regresa, añorando la juventud, y el tiempo que no volverá.
Viene a colación el pequeño resumen de tremenda película, porque todas las familias latinoamericanas, de clase “media” y baja nos hemos dividido por diversos motivos, durante el conflicto, producto del mismo, y después, por salir en busca del sueño americano, pero el fondo del asunto, es que unos vivimos acá y otros allá, nos vemos, nos hablamos, pero algo se rompió, viéndolo desde las diferentes perspectivas, se requiere de mucho valor, y solidez para tomar cualquiera de las dos decisiones, irse para siempre no es fácil, quedarse tampoco lo es, el que se va, mejora económicamente, pero perdió ese sentimiento de pertenencia, nunca será gringo, y dejó de ser latino, y el que se queda, siempre se preguntará si fue la mejor decisión, porque desde fuera solamente se ve lo bonito de un lugar, hay que vivir en él para conocerlo, el problema más importante es que las condiciones que dan lugar a la inmigración continúan tan latentes hoy como hace 20 años, no sentimos que el país camine hacía ningún lugar, pero le echamos ganas, porque acá tenemos las raíces ancestrales, y soñamos aún con un cambio, que aunque no veamos, esperamos que los que vienen atrás lo vivan, acá no es de criticar ni enaltecer a los que se quedaron, tampoco a los que se fueron, es de reconocer la valentía de unos y otros, porque quedarse a reconstruir, no solamente las calles, también las almas no es tarea fácil, y cada día se hace más cuesta arriba, con gobiernos que no responden, alto grado de corrupción, mentira tras mentira de los politiqueros, y el país al borde del abismo sostenido solamente por la lucha del trabajo honesto diario, estar fuera tampoco es fácil, no sentirte nunca parte total del lugar, ser siempre extranjero, de los millones que han emigrado, pocos han triunfado plenamente, la vida no es sencilla lejos de tus seres queridos.
Así que entre irnos y quedarnos, cada quien tiene su propia historia de heroísmo, muchas veces incomprendido, y nos une algo que no se puede cortar ni con el más filoso instrumento, las raíces que todos tenemos en común, la película cierra así: “A TODOS LOS AMIGOS QUE NO PUEDEN VOLVER. A TODOS LOS AMIGOS QUE FANTASEAN CON IRSE” Y se escucha la letra de una canción que dice: “Mi gente mi raza, me dan el porqué, no nos iremos nunca, no importa si hace falta repechar,  sos más que un país, un sentimiento”