El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inicia este fin de semana un viaje a seis países africanos para reforzar la influencia brasileña, en su última gran gira por ífrica de donde espera retornar con la selección de su país convertida en campeón mundial de fútbol.
El carismático líder brasileño que dejará el poder en diciembre próximo, iniciará su viaje africano por Cabo Verde, para seguidamente hacer paradas en Guinea Ecuatorial, Kenia, Tanzania, Zambia y Sudáfrica, donde asistirá a la final de la Copa del Mundo de fútbol, en la que los brasileños se perfilan entre los favoritos.
«Desde la llegada del presidente Lula al poder, en 2003, la prioridad conferida a ífrica pasó a ser una política de Estado, respaldada por acciones concretas», dijo el jueves el portavoz del mandatario, Marcelo Baumbach.
Esta será la quinta gira por el continente africano de Lula en sus ocho años de gobierno, y al fin de su viaje habrá visitado 20 países africanos, algunos de ellos varias veces.
Lula ha recordado repetidamente que, después de Nigeria, Brasil es el país con la mayor población negra del mundo, y que la aproximación con ífrica significa reforzar la cooperación Sur-Sur.
En Cabo Verde, el presidente brasileño asistirá a una Cumbre Brasil – CEDEAO, la Comunidad Económica de los Estados del Oeste Aficano, que reúne a Benín, Burkina Faso, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea (Conakry), Guinea Bissau, Liberia, Mali, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo.
De acuerdo con Baumbach, «Brasil desea ser socio de los países africanos en proyectos de desarrollo. Y también crear oportunidades de cooperación, inversiones y financiación de proyectos en áreas como agricultura, infraestructura y energías renovables».
Como en todas las oportunidades anteriores, Lula viajará acompañado de una numerosa comitiva, que incluye funcionarios para negociar acuerdos de cooperación y ayuda pero también empresarios, mostrando el interés comercial de la visita.
En cada país, Lula cumplirá una agenda similar: encuentro con los respectivos jefes de Estado o Gobierno, cierre de un seminario empresarial bilateral.
La estrategia ha dado resultados: en 2003, cuando Lula llegó al poder, el flujo comercial de Brasil con los países africanos sumaba 6.153 millones de dólares, con exportaciones brasileñas por 2.682 millones e importaciones por 3.291 millones.
De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior, la corriente de comercio se multiplicó en siete años y llegó a 17.157 millones de dólares al cierre de 2009, con exportaciones brasileñas por 8.692 millones.
Brasil está particularmente interesado en acuerdos para la actividad de la petrolera estatal Petrobras en Africa y en contratos en obras de infraestructura, donde las constructoras brasileñas son muy competitivas.
Además, Lula viaja con técnicos que defenderán ante los países africanos las ventajas de adoptar el modelo de TV Digital que Brasil adaptó de Japón y que está siendo crecientemente aceptado en países suramericanos.
Brasil ofrece también un plan de ayuda al desarrollo agrícola, en particular para el desarrollo de biocombustibles.
Lula ya decidió inclusive fundar en Brasil una universidad afrobrasileña para ayudar a formar especialistas africanos.