Lula: El «mundo va a la quiebra»


Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y su sucesora, Dilma Rousseff, en su ingreso a la cumbre del G20. FOTO LA HORA: AFP Michel Euler

Los paí­ses ricos deben fomentar su consumo interno como hicieron las naciones emergentes ya que si solo alientan las exportaciones como forma de salir de la crisis, «el mundo va a la quiebra», alertó el jueves en la cumbre del G20 de Seúl el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.


Lula y su ministro de Hacienda, Guido Mantega, hicieron además un vehemente llamado a que el G20 de naciones industrializadas y emergentes, que inició su quinta cumbre en Seúl este jueves, adopte acciones coordinadas para evitar que el mundo se encamine al proteccionismo comercial.

El presidente brasileño sostuvo que a diferencia de las naciones emergentes que adoptaron polí­ticas expansivas durante el auge de la crisis financiera internacional, «los paí­ses ricos que tienen un margen de maniobra menor sobre el consumo (…) hicieron una contención» del gasto.

Pero «si ellos (los paí­ses desarrollados) no consumen y se quiere apostar solo a las exportaciones (como mecanismo para salir de la crisis), el mundo va a la quiebra», advirtió Lula, señalando que el comercio mundial depende directamente del consumo en las naciones industrializadas.

«Todo el mundo quiere ganar más haciendo más exportación. Y no es posible» apostar solo a eso, añadió el presidente de la octava economí­a mundial en una rueda de prensa previa a la cena oficial de inauguración de la cumbre del G20 en la capital surcoreana.

«Los paí­ses emergentes no soportan ser responsables por el consumo y por la producción» al mismo tiempo, dijo, reclamando un acuerdo en el G20 para acciones consensuadas destinadas a corregir los desequilibrios cambiarios que afectan el comercio en el mundo.

Lula, que participa de su última cumbre del G20 y está acompañado de su sucesora Dilma Rousseff, fue consultado sobre la alternativa de una cesta de monedas para reemplazar al dólar como moneda de referencia y dijo que su paí­s llevaba casi un año trabajando en esa posibilidad con China, Rusia e India, con el cual conforma el grupo de los BRICS.

«Desde el año pasado estamos discutiendo con los BRICS, para hacer comercio en nuestras monedas. Esto es fácil de hablar, (…) pero estamos tan acostumbrados a trabajar con el dólar que hay miedo de hacer algo nuevo», sostuvo.

Pero «el dólar no puede continuar siendo una moneda de referencia si es hecho por un solo paí­s. (…) Tienen que haber otras posibilidades de referencia», concluyó el mandatario.

Por su parte Mantega, quien acuñó el término «guerra de divisas», advirtió que si el G20 no alcanza un acuerdo que permita evitar las manipulaciones cambiarias, el mundo irá hacia «un proteccionismo comercial».

«Es preciso que haya acuerdos (…) en relación a monedas claves» ya que «si cada uno se defiende y cada uno manipula el cambio, lleva a que los paí­ses que tengan mercados intenten protegerlos», señaló.

«Y los paí­ses que tienen exceso de dólares deberán tomar medidas defensivas de control de capital», añadió, en alusión a decisiones adoptadas por su cartera para intentar contener el flujo de capitales especulativos de corto plazo que buscan en Brasil -como en otros mercados emergentes- mejores rendimientos que en plazas tradicionales de paí­ses ricos.

Hay paí­ses «procurando desvalorizar sus monedas para que las mercaderí­as queden más baratas» y mejorar sus exportaciones, manifestó Mantega, nombrando especí­ficamente a China y Estados Unidos.

Esa «guerra cambiaria que se transforma en guerra comercial» es un «tema importante a ser debatido en el G20», exhortó Mantega.