Lula da asilo a Battisti


Cesare Battisti, fugitivo italiano, es conducido por la Policí­a Federal Brasileña, en su arribo a Brasil. FOTO LA HORA: AP Eraldo Peres

El presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva otorgó hoy asilo polí­tico al fugitivo italiano Césare Battisti, condenado en ausencia en su paí­s por cuatro asesinatos polí­ticos en la década de los 70.


Sin embargo, el presidente de la Corte Suprema Cezar Peluso afirmó antes que los jueces deben evaluar las razones dadas para el asilo, para determinar si están permitidas en el tratado de extradición entre Brasil e Italia.

La decisión de Lula, en su último dí­a en el cargo, se divulgó en un mensaje a la prensa.

Battisti, un ex rebelde izquierdista, defiende su inocencia y asegura que el gobierno italiano lo persigue por motivos polí­ticos.

El italiano escapó de una cárcel de su paí­s en 1981 mientras esperaba ser enjuiciado por los cuatro asesinatos, que se alegó fueron cometidos cuando él era miembro de los Proletarios Armados por el Comunismo.

Battisti vivió en México antes de mudarse a Francia en 1990, año en el que fue condenado a cadena perpetúa en Italia. Llegó a Brasil en el 2004 donde, tres años después, fue detenido bajo una orden de Interpol.

El ex ministro de Justicia Tarso Genro le otorgó el año pasado la condición de refugiado temporal, ya que dijo que existí­a el temor de que fuese perseguido si era extraditado a Italia.

Peluso le dijo al diario Folha de S. Paulo antes de que se conociera la decisión del presidente que la Corte Suprema deberí­a considerar el caso si el presidente decidí­a darle el asilo. El máximo ente judicial probablemente no evaluará el asilo hasta febrero, cuando retome sus sesiones.

Funcionarios italianos han insistido en que Battisti debe ser extraditado para que pague por los crí­menes que se le imputan.

El jueves, el despacho del primer ministro Silvio Berlusconi dijo que la decisión de no extraditar al «asesino múltiple» Battisti serí­a «incomprensible e inaceptable».

Luego del arresto de Battisti en el 2007, el Comité Nacional de Refugiados adjunto al Ministerio de Justicia recomendó la extradición, pero Genro revirtió esa decisión en el 2009.

El ex ministro dijo que apoyó el asilo de Battisti porque el proceso judicial que lo condenó estuvo viciado, al ocurrir en un momento en el que Italia intentaba demostrar que estaba tomando medidas para poner fin a los actos de terrorismo.

«Hoy, cualquier juez absolverí­a al señor Battisti por falta de pruebas», dijo el año pasado.

Luego, el caso llegó hasta la Corte Suprema de Brasil, que determinó el año pasado que no habí­a razones para que Battisti no fuese extraditado a Italia, pero también dijo que la decisión final sobre un eventual asilo quedaba en manos de Silva.

Posteriormente, la corte señaló que aunque Silva podí­a concederle el asilo a Battisti, sus razones debí­an tener una base legal.