«Creo que la pelí­cula va a ser bien recibida. En Latinoamérica tiene mucha vigencia la lucha de los grandes hombres de hace doscientos años, creo que más que nunca», afirmó el actor, que tras acompañar al «Che» en «Diarios de motocicleta», ahora ha pasado a encarnar a uno de los dos mayores libertadores de Sudamérica en la pelí­cula «San Martí­n, el cruce de los Andes».

La pelí­cula recrea la gesta histórica llevada a cabo por José de San Martí­n, quien tras acoger a Bernardo O»Higgins y los restos de su ejército chileno derrotado por las tropas realistas españolas en la batalla de Rancagua, decidió hacer el viaje inverso con un ejército para liberar Chile.

San Martí­n, formado militarmente en España donde luchó en la guerra de Independencia contra Napoleón, reunió un ejército de más de 6.000 hombres con los que atravesó la cordillera de los Andes y derrotó a los realistas en Chacabuco.

San Martí­n «tuvo permanentes renunciamientos a la gloria, no era un ególatra de sí­ mismo, entonces es misteriosa la figura de San Martí­n», aseguró Rodrigo de la Serna, quien reconoce que el ofrecimiento de encarnar a este hombre le provocó sentimientos encontrados.

«Lo primero que hice fue pegar un grito de alegrí­a y felicidad y luego me preocupé mucho porque cómo interpretar a un hombre tan grande, un hombre tan complejo, tan instruido, tan misterioso, que no dejó muchas pistas» sobre sí­ mismo, dijo el actor, de 33 años.

«Lo que sí­ hay son los hechos, y los hechos son que liberó medio continente, abolió un sistema de castas, que en ese momento ya tení­a trescientos y pico años de historia en un continente que fue arrasado por ese sistema», explica.

Además, lo hizo en un momento en que «las sucesivas revoluciones latinoamericanas estaban siendo derrotadas por el gobierno español y es un hombre que, de la provincia más pobre del último paí­s del mundo, levantó un ejército multiétnico, multicultural e hizo una revolución, una revolución que abarcó medio continente», afirma de la Serna.

El actor, cuyo trabajo alterna pelí­culas en la pantalla grande con televisión, se tuvo que preparar a conciencia para encarnar a un hombre complejo.

«Tuve que aprender equitación, esgrima, era un tipo muy preparado militarmente, era un hombre mestizo, por lo que tuve que broncearme mucho la piel», dijo de la Serna, recordando también que «era de raí­z indí­gena y eso es muy significativo en la liberación de un continente».

«Tuve que estudiar muchí­simo, repasar la historia, ver biografí­as, y sobre todo analizar y resignificar la figura de San Martí­n porque fue muy manipulada en su momento», añadió el actor, quien contó con el asesoramiento de historiadores argentinos para dar vida al prócer.

Sin embargo, reconoce que su San Martí­n no es una recreación del que se ve en los libros de historia y que le ha puesto su pasión al personaje: «es una pelí­cula absolutamente visceral y apasionada, uno tiene, por respeto a la historia y a la figura de San Martí­n, que estudiar mucho sobre su vida, pero cuando dicen acción no manda la cabeza, manda el corazón».

La pelí­cula forma parte de una colección de ocho largometrajes sobre distintos héroes de las independencias latinoamericanas, entre ellos O»Higgins, que se estrenarán coincidiendo con el bicentenario de estas luchas por la libertad.