Lucha contra el sida amenazada por financiamiento


El listón rojo recuerda la lucha contra el VIH/sida. FOTO LA HORA: ARCHIVO

La lucha contra el sida en los paí­ses en desarrollo enfrenta el riesgo de una grave crisis de financiamiento por el rápido incremento de los costos de los tratamientos y de las polí­ticas preventivas, a lo que se suma la recesión mundial, aseguraron expertos internacionales de la salud en un informe publicado este martes.


Sin embargo, el desafí­o plantea la oportunidad de hacer menos con más y de salvar más vidas humanas, eliminando los despilfarros y optimizando las medidas más eficaces para labores de prevención y tratamientos, explicó Robert Hecht, coautor de la investigación publicada en el periódico Health Affairs de noviembre/diciembre.

Se trata del director general del Instituto Resultados para el Desarrollo, un organismo privado sin fines de lucro con sede en Washington especializado en programas de salud destinados a los paí­ses pobres.

«Estamos a punto de enfrentarnos a una enorme crisis», advirtió en una entrevista con la AFP.

De aquí­ a 2031, cuando la pandemia de sida cumpla 50 años, las necesidades de financiamiento del tratamiento en los paí­ses en ví­as de desarrollo podrí­an alcanzar 35 mil millones de dólares al año, es decir tres veces el importe actual, calcularon a los autores del informe.

Según las proyecciones, podrí­amos contar más de un millón de casos de infecciones nuevas por año con el virus HIV. Actualmente hay en el mundo unas 33 millones de personas afectadas por el virus responsable del sida (Sí­ndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), precisó.

«Sin embargo, tenemos una oportunidad y la obligación de amortiguar esta crisis, adoptando hoy decisiones difí­ciles pero necesarias (…). Si es que queremos combatir con éxito el sida a partir de ahora y por los próximos diez o veinte años», subrayó Hecht.

Los autores del informe sostienen que la inversión en polí­ticas de prevención eficaces tendrí­a un impacto máximo así­ como también en tratamientos eficientes, lo que permitirí­a a los responsables polí­ticos mundiales dividir por dos el costo de la batalla mundial contra el sida.

Entre las medidas preconizadas para hacer bajar la factura, Hecth maneja a modo de ejemplo la posibilidad de recurrir a una enfermera en lugar de un médico en ciertos casos.

Sobre la frente de la prevención, se podrí­an concentrar esfuerzos y recursos humanos en las medidas que han sido exitosas y renunciar a las de dudosa utilidad, prosiguió.

Por ejemplo, en algunos paí­ses del sudeste de ífrica, la circuncisión es un procedimiento que varios estudios han demostrado colaboró en impedir la transmisión del virus del Sida.

En contraparte, la inmensa mayorí­a de jóvenes y adultos de esta región no están circuncidados y el í­ndice de infección es elevado, subrayó Robert Hetch.

Otra medida eficaz es el tratamiento de las mujeres embarazadas seropositivas con medicamentos capaces de impedir la infección al niño, agregó.

Tanto el informe de Robert Hecht como una serie de artí­culos escritos por otros expertos en Salud Pública publicados en la revista Health Affairs de noviembre/diciembre fueron financiados por la Fundación Gates.

Los artí­culos están totalmente dedicados a los desafí­os económicos, polí­ticos, cientí­ficos y éticos con los cuales se enfrentan los principales lí­deres mundiales para enfrentar las polí­ticas de prevención y tratamiento del Sida.

Entre estos autores, figura el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional Americano de las Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que brega por un incremento de los fondos en el mundo para financiar un programa de investigación sólido que abarque desde la búsqueda de la vacuna contra el sida a las más novedosas medidas de prevención.