Analistas señalan algunas debilidades en la gestión de Luis Arturo Archila, quien el próximo 13 de octubre tendrá que entregar la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) tras concluirse el perí­odo de un año por el que fue electo.

Los expertos consultados destacan dos temas: el primero relacionado con la falta de implementación de un programa que fortaleciera la independencia judicial, y el segundo se refiere a que esta gestión debió mejorar las relaciones con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Marco Antonio Canteo, representante de la Convergencia por los Derechos Humanos, abordó el primer tema indicando: “Los problemas son estructurales como la independencia judicial, la depuración institucional realmente sigue siendo una deuda pendiente”, expuso Canteo, y añadió que, esto no se ha registrado sólo en esta Corte sino en todas las anteriores “desde el regreso de la democracia”.

Canteo no atribuye esa debilidad únicamente a la gestión de Archila pues explica que “para cualquier Presidencia de la CSJ, derivado del sistema de nombramiento del Presidente, es muy difí­cil desarrollar un trabajo de fortalecimiento institucional que permita mejorar el sistema de justicia porque sólo es un perí­odo de un año”.

El analista apunta que “Archila tuvo que enfrentar algunos conflictos internos fuertes, como la situación de los jueces con sus crí­ticas hacia la CICIG”, añadió, e insistió en que la deuda pendiente de esta gestión es impulsar una propuesta para transformar y mejorar la independencia judicial: “Esa es la principal carencia”, dice.

Carmen Aí­da Ibarra, representante del Movimiento Pro Justicia, expuso algunos de los temas que el aún presidente del OJ dejó en el tintero, entre ellos mejorar la relación con la CICIG, señala.

“Le faltó (a Archila) mejorar las relaciones con la CICIG, fortalecer a las estructuras que deben sancionar a los jueces, ser más severo con los funcionarios corruptos o cuestionados del OJ”, apuntó Ibarra, y  añadió que al Presidente también le faltó crear normas de austeridad, considerando que ese es un tema pendiente desde hace mucho tiempo, dijo.

No obstante, la analista señaló que Archila le dio estabilidad al poder judicial: “Podemos atribuirle como uno de sus éxitos el haber afrontado con éxito el deterioro de la Presidencia y haberle dado estabilidad al cargo y por lo tanto al OJ”, indicó.

Archila, por su parte, dice sentirse insatisfecho con las metas que no alcanzó, pero las atribuye a la falta de presupuesto que afecta al poder judicial.

“No considero tener una mala relación con la CICIG, lo que sucede es que ese tipo de cosas no las publico”, dice el presidente del OJ y añade respecto a la falta de independencia judicial: “Creo que la independencia se ha fortalecido: se dictó resolución, contra la exesposa del Presidente, se declaró con lugar la extradición de un expresidente, si eso no es independencia yo ya no sé que lo sea”, señala.