Si deseas que tu amistad se mantenga firme, edifí­cala sobre el cimiento de la confianza.

La confianza del hombre en sí­ mismo, es la fuerza que lo lleva a conquistar sus metas de grandeza.

Quien desee alcanzar el éxito debe luchar; quien quiera triunfar en el amor, debe querer.

Si eres desconfiado, tu mirada será oscura como la noche; sí­ confí­as, tus ojos brillarán como perlas.

Confiar dos veces lo pueden hacer algunos, confiar después de la tercera, sólo los hombres muy buenos.

Aunque camines por los valles oscuros, confí­a en Dios y estarás a salvo.