Debido a los últimos sucesos mundiales a nivel de política internacional y a raíz de algunos fracasos en cuanto a negociaciones de paz y desarme se refieren, es imperante que los países como primeras potencias y bloques políticos y económicos se dediquen a buscar soluciones diplomáticas a los problemas existentes en el ámbito mundial.
Sin embargo, para negociar diplomáticamente hablando es necesario no olvidar ni hacer a un lado un principio básico del derecho internacional y en especial para todos aquellos que hemos estudiado diplomacia, como lo es el pacto de buena voluntad que deben existir en todas las negociaciones a nivel diplomático.
Para lograr el éxito en estas negociaciones es necesario que las partes involucradas posean un deseo vehemente de alcanzar un objetivo: la paz mundial, mediante la práctica de la tolerancia, y comprensión de diferentes culturas e ideologías. Los líderes mundiales deben comprender que la tendencia en el mundo ha cambiado drásticamente desde hace 50 años, en los que todavía existían dictaduras y nacionalismos. El cambio hacia los regímenes democráticos y la salida de la oscuridad hacia la luz, es la marca de nuestros días, así como la liberación de la conciencia del ser humano y la libre expresión del pensamiento.
En uno de los más recientes acontecimientos de enfrentamiento entre potencias bélicas, como en el caso de la Guerra del Golfo Pérsico y la Guerra de Irak, muchos países y sus habitantes han tomado conciencia de la necesidad que tiene el mundo de practicar un poco más la paz en lugar de la guerra. Muchos países en la actualidad sin ello materializándose viejos nacionalismos, como el que ahora pretende negar el Holocausto judío de los años 40`s del siglo pasado han provocado que Israel haya acudido a visitar al Papa Benedicto para suplicarle que concientice a los católicos del mundo para oponerse a esta práctica habitual en mucho países islámicos y algunos de Europa y del resto del mundo en general. Una de las finalidades seguramente será que las nuevas generaciones, ausentes en aquellos años, no conozcan o se informen mal sobre el asesinato de miles de judíos por el régimen nazista de Hitler.
El ser humano, por otro lado, vive una constante transformación y debiera aprender de la historia de los tiempos, en que la intolerancia, el racismo y la pobreza han llevado a algunos líderes a adoptar posturas extremas e insólitas contra natura. Han provocado sufrimiento, miseria y desgracias a lo largo y ancho del globo terráqueo. Esto sencillamente debe terminar. Lo importante es que los ciudadanos de muchos países están conscientes de que es necesaria la paz mundial y que la mejor forma de hacerlo y lograrlo es a través de las negociaciones diplomáticas.
El ser humano atraviesa por una etapa de luz y oscuridad y ha de ser precisamente la luz y el deseo vehemente de querer alcanzar la paz mundial la que debe regir la razón de los la humanidad para lograr alcanzar una armonía con el universo acorde a la voluntad de los ciudadanos que así lo desean.
Al fin y al cabo, en un régimen democrático es la democracia mediante el sufragio universal la que elige quita y pone líderes políticos. Estos deberán revisar sus posiciones actuales en relación a la paz mundial. Pero es imperante como repito que los problemas bélicos y cualquier problema por grande o minúsculo que sea se resuelvan de forma a través de la diplomacia.
FELIZ Aí‘O NUEVO