Los Zetas, en busca del control del territorio guatemalteco


Las autoridades mexicanas investigaban anoche una masacre en donde localizaron 24 cadáveres en un perí­metro de 30 metros.

Anoche, en México, se registró una de las más grandes masacres de los últimos años: 24 cadáveres fueron encontrados con señales de tortura y con tiro de gracia, estrategia tí­pica del crimen organizado. Según las primeras investigaciones, esto se trata de una pugna entre los grupos delicuenciales, que buscan obtener el control del territorio, en luchas que incluyen el control de Guatemala.

Mariela Castañon
lahora@lahora.com.gt

Material confiscado en un operativo a personal de los Zetas, vinculados al Cártel del Golfo de México.Cuatro de los Zetas fueron capturados en Guatemala, tras la masacre en Zacapa, en donde murió Juancho, conocido narco.Daniel Pérez Rojas, alias Cachetes, es uno de los principales de los Zetas.

México se ha convertido en el territorio clave para el traslado de gran parte de los negocios ilí­citos, sobre todo los que están relacionados con el paso hacia Estados Unidos, como narcotráfico y trata de personas.

Sin embargo, en los últimos años, los cárteles se han hecho demasiado poderosos y ya no caben dentro del territorio. Además, las polí­ticas contra el crimen organizado del actual presidente mexicano, Felipe Calderón, a la luz del Plan Mérida, ha provocado que muchos de estos grupos se vean arrinconados.

Por esas y otras razones, el crimen organizado busca nuevas opciones para empezar a operar. Por su posición estratégica, Guatemala roza casi toda la frontera sur de México, y, desde nuestro territorio, se pueden emprender rutas por diferentes ví­as: mar, tierra y agua.

El poco control de nuestras fronteras, así­ como las condiciones selváticas del norte y noroccidente del paí­s, hacen de Guatemala un territorio ideal para iniciar las operaciones, sobre todo de narcotráfico.

La recepción de drogas en México se ha tornado muy difí­cil; pero en Guatemala, sobre todo en el corredor entre la Sierra de Las Minas y la de los Cuchumatanes, que presenta facilidades para transitar en ví­a aérea sin detección de radar, se ha convertido en lo ideal, en donde también interviene la cercaní­a relativa con Estados Unidos.

De esa cuenta, el famoso Cártel del Golfo pareciera tener especial interés en posicionarse en el paí­s, para extenderse y operar de otra forma, así­ como evitar las pugnas internas del crimen en México y la ofensiva del gobierno federal.

Es por ello que el brazo armado de dicho cártel, el Grupo Zetas, ha tenido fuerte presencia en el paí­s.

Según investigaciones de la Secretarí­a de Análisis e Información Antinarcótica (SAIA), desde finales de 2007 el grupo denominado los Zetas tiene presencia en el paí­s, sin embargo, su participación fue pública cuando se suscitó la narcomatanza en Zacapa, el 25 de marzo de este año.

Según Pedro Garcí­a Tobar, jefe de la SAIA, los lugares donde está posicionado dicho grupo son Zacapa, Cobán, parte de Quiché por el lado de Playa Grande y en Petén por el área de Sayaxché.

Tobar señaló que el despliegue del Grupo Z en Guatemala obedece a varios factores: la cercaní­a de un paí­s a otro, la presión del Gobierno mexicano en la lucha antinarcótica, y la facilidad para transportar droga de un lugar a otro.

Aunque el Jefe de la SAIA indicó que la presencia de los sicarios es silenciosa, muchas veces se reconoce porque arriendan inmuebles o casas por «contrataciones jugosas».

Quiénes son

Los Zetas son ex fuerzas militares y policiales que recibieron entrenamiento especializado a finales de 1999 en los Estados Unidos, para encargarse de operativos de inteligencia, comunicación y defensa en contra del narcotráfico, sin embargo, formaron su propio grupo para proteger al que debió haber sido su adversario.

Se instalaron en Matamoros y Tamaulipas, posteriormente se expandieron por Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Michoacán, actualmente no tienen lí­mites para realizar sus operaciones; se les atribuye varias decapitaciones, dejan en lugares públicos las cabezas de sus ví­ctimas con mensajes firmados con sangre.

Según publicaciones de medios mexicanos, Osiel Cárdenas Guillén, del Cártel del Golfo, fue el entrenador de estos sicarios, quienes se caracterizan por asesinar a sangre frí­a.

El «general» de los Zetas es conocido como Heriberto Lazcano, alias el Lazca, encargado de coordinar operaciones, ejecuciones y masacres, sobre todo de policí­as y elementos que pertenecen a la Agencia Federal de Investigación (AFI). Actualmente se presume que escaló en la delincuencia organizada y es el lí­der del cartel del Golfo.

La Subprocuradurí­a de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), señala que los niveles en la organización militar de los Zetas está compuesta por los halcones, cobras, zetas nuevos y zetas viejos.

Los zetas nuevos son kaibiles y ex militares guatemaltecos con entrenamiento especial que llevan las mejores armas, granadas, chalecos antibalas y cascos. En las ejecuciones, ellos son los primeros en entrar a las casas, inspeccionar, dar instrucciones y disparar; asimismo, hay desertores del cuerpo de la élite de la Secretarí­a de la Defensa Nacional (Sedena) y del Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Especiales de México.

Presencia en Guatemala

La participación de este grupo tomó fuerza el 25 de marzo, en el balneario La Laguna, en el kilómetro 125 de la ruta al Atlántico, Rí­o Hondo, Zacapa. Cuando narcotraficantes se enfrentaron, el saldo fue de once personas muertas, entre ellos Juan José León, alias Juancho y su hermano Enrique, vinculados con el Cártel del Golfo Sayaxché, que opera en Zacapa, Izabal y Petén, además de dos mexicanos.

Las autoridades guatemaltecas, confirmaron, en esa ocasión, que tení­an abierto un expediente de investigación por narcotráfico en contra de los fallecidos guatemaltecos.

Por otro lado, fueron arrestados, cuando intentaban huir, los mexicanos Roberto Rodrí­guez Cárdenas, de 28 años; Luis Ernesto Lugo, de 21, y Roberto De León Gómez; así­ como los guatemaltecos Rogelio López Cabrera, de 24; Raúl Ricardo Salguero, de 29, y Alfredo Garcí­a, de 38, a éstos se les vinculó con el grupo denominado los Zetas.

Posteriormente, el 8 de abril, en Mixco, fue aprehendido Daniel Pérez Rojas, alias el Cachetes, junto a otros cuatro mexicanos. Al momento de su detención, Pérez se identificó con el nombre falso de Juan González Dí­az, por medio de una cédula de vecindad supuestamente extendida en el departamento de Jutiapa. Las autoridades mexicanas indicaron que Rojas formaba parte del cartel del Golfo y era uno de los lí­deres zetas. Actualmente, esta persona guarda prisión en el Centro Preventivo para Hombres de la zona 18.

Aunque, recientemente, el viceministro de Gobernación, Emilio Arnoldo Villagrán, señaló que existí­a información de que el Grupo Zeta querí­a liberar al Cachetes, añadió que por ninguna razón lo permitirí­an y redoblarí­an la seguridad en dicha prisión, para evitar su fuga.

Por otro lado, el 3 de septiembre pasado, la Policí­a Nacional Civil informó que en la 1ª. calle y 16 avenida de la zona 1, en Cobán, Alta Verapaz, se registró un enfrentamiento armado entre presuntos narcotraficantes; se localizó en uno de los vehí­culos abandonados 11 granadas, dos fusiles M-16 para lanzar granadas, un fusil AK-47 y un carro robado en México.

En horas de la tarde se encontró el cuerpo de Fredy Mauricio González, originario de Morales, Izabal, quien se presume viajaba en el vehí­culo abandonado.

¿Cómo detener a los Zetas?

De acuerdo con Mario Mérida, analista en seguridad, es urgente aprobar la ley del sistema de inteligencia, para apresurar y buscar las herramientas precisas que definirán las polí­ticas de seguridad para enfrentar al Grupo Zeta y a las amenazas emergentes que puedan suscitarse en el paí­s.

El analista destacó que en Guatemala se reportan altos í­ndices de violencia, y no serí­a pertinente añadir otro problema a la situación actual, es decir, la presencia de éstos serí­a un elemento «crí­tico» para la seguridad del Estado.

A decir de Mérida, en la medida que el presidente de México, Felipe Calderón, tenga éxito en la polí­tica de seguridad implementada para acabar con estos sicarios, mayor será la expansión de los Zetas en el paí­s, por las cercaní­as y las fronteras sin resguardo.

«Definitivamente, el éxito de Calderón no va afectar a Estados Unidos, sino a nosotros. Yo creo que el presupuesto del año entrante debe ser visto de manera coyuntural», añadió el analista.

Posibles soluciones

Rafael Espada, vicepresidente de la República, manifestó, en una actividad realizada la semana pasada, su preocupación por el narcotráfico en el área transversal de Norte en Guatemala, para contrarrestar este problema; destacó que se estaban tomando medidas de seguridad, como la instalación de radares y equipo sofisticado para detectar la presencia de grupos de narcotraficantes. Sin embargo, manifestó que el costo de éstos era elevado y los recursos para invertir en ellos eran pocos.

Por otro lado, dijo que trabajan en conjunto con México, sobre el tema del despliegue del Grupo Zeta en el paí­s, así­ como discuten temas de seguridad, crimen organizado y narcotráfico.

Apoyo internacional

El embajador estadounidense en Guatemala, Stephen McFarland, reconoció que bandas del narcotráfico mexicano se acercan a Guatemala, lo cual representa una amenaza para la seguridad de la región.

McFarland señaló que a través de la Iniciativa Mérida se fortalecerí­a el apoyo para la región centroamericana en este tema, con US$200 millones, durante los próximos años.

Asimismo, manifestó que los recursos ya transferidos al Gobierno guatemalteco deben ser utilizados con eficiencia para obtener resultados positivos en la incautación de droga y en las capturas de los capos del narco.

En cuanto a los programas de seguridad, el Embajador estadounidense dijo que el Gobierno debe estar de acuerdo con los componentes que integran los planes que se han trazado en seguridad regional.

Los enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes en los departamentos de la zona oriental en el paí­s preocupan a las autoridades nacionales y extranjeras.

McFarland teme que la violencia desatada por las bandas del narcotráfico en México repercuta y generen similar inestabilidad en Guatemala, por lo que la cooperación es considerada como un factor fundamental.

Situación actual

Analistas señalan que la presencia del Grupo Zeta en el paí­s todaví­a puede detenerse. Aunque los escenarios violentos, parecidos a los mexicanos, ya son parte de la realidad guatemalteca, los cambios todaví­a pueden realizarse, debido a que los hechos y los escenarios violentos perpetrados por este grupo no son tan frecuentes como en México.

Las polí­ticas de seguridad deben implementarse con urgencia, para evitar que los sicarios se instalen y se desplieguen con la confianza con la que lo hacen en México.

Los expertos señalan que Guatemala está en un proceso intermedio para reaccionar y generar un mejor trabajo de inteligencia a través de la Dirección General de Inteligencia Civil (Digici).

El vecino paí­s mexicano es azotado por las acciones violentas y sanguinarias de este grupo, quienes dejan una profunda huella en la población que se siente profundamente atemorizada.

Investigaciones de la SAIA señalan que los Zetas tienen presencia en Guatemala desde 2007, pero en 2008 su participación se hizo pública con la narcomatanza en Zacapa, el 25 de marzo de este año.
MENTOR


Según publicaciones de medios mexicanos, Osiel Cárdenas Guillén, del Cártel del Golfo, es el mentor de estos sicarios, quienes se caracterizan por asesinar a sangre frí­a.

El «general» de los Zetas es conocido como Heriberto Lazcano, alias el Lazca, encargado de coordinar operaciones, ejecuciones y masacres, sobre todo de policí­as y elementos que pertenecen a la Agencia Federal de Investigación (AFI). Actualmente se presume que escaló en la delincuencia organizada y es el lí­der del Cártel del Golfo.