Cruzaré por el espeso follaje selvático, entre serpientes y alacranes, pero no temeré, porque Tú estás conmigo.

Navegaré sobre el tenebroso mar, abandonado al capricho de los vientos y entre gigantescas olas, pero no temeré, porque Tú estás conmigo.

Ascenderé por la más empinada colina, con inmensos precipicios a mi izquierda y derecha, pero no temeré, porque Tú estás conmigo.

Conviviré con el peor de los hombres, difamadores agresivos, criminales, incrédulos, pero no temeré, porque Tú estás conmigo.

Señor, si Tú vives conmigo, ¿quién contra mi?