El artículo que el licenciado Luis Morales Chúa publicó el pasado domingo en la página editorial de Prensa Libre, con el título de “Diálogo con alumnos rinde primeros frutos”, constituye sin lugar a dudas, una Cátedra de Derechos de la Niñez para la ministra de Educación, Cynthia del Águila, quien durante estos primeros meses de su gestión pública, ha tenido tantos tropezones, distinguiéndose por su total ignorancia de esa área, pese a ser educadora. Además, ha evidenciado que no es amiga del diálogo ni de la concertación.
El licenciado Morales Chúa es un destacado Abogado, brillante Periodista, humanista de corazón y profundo estudioso del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, con particular énfasis en los Derechos de los Niños, que es una de las notorias debilidades de la Ministra y del Presidente de la República, general Otto Pérez Molina. Suponemos que por eso han incurrido en tantos errores en el conflicto con los estudiantes normalistas, a raíz de la propuesta de aumentar dos años de estudio a la carrera de magisterio.
Con gran habilidad de comunicador y haciendo gala de sus dotes de escritor, Morales Chúa puntualiza esos errores cuando señala que ni en la legislación interna, ni en los instrumentos internacionales relacionados con los niños aprobados y ratificados por Guatemala, “se indica que los niños deben ser acorralados por policías armados, para hacerlos cambiar su forma de pensar acerca de disposiciones gubernativas que los afectan”.
Agrega que por el contrario, la Convención Internacional de Derechos del Niño obliga a los Estados a darles protección y cuidado, “incluida la protección legal”.
Hay que recordar la bochornosa orden de enviar a policías armados a las escuelas normales de la capital, para intimidar a los estudiantes (mujeres y varones) que se oponen al cambio del pénsum. En el presente caso, y aunque no les guste a muchos, se debe tener presente que conforme la legislación internacional, tales alumnos son niños hasta cumplir 18 años de edad.
El autor también critica la descabellada decisión de la Ministra, de promover una denuncia ante el Ministerio Público en contra de los estudiantes, buscando una orden judicial para desalojarlos de los institutos. A ese respecto, señala que “el Estado en lugar de ser acusador judicial o administrativo contra niños inocentes, debe protegerlos”.
Para finalizar, es oportuno reproducir el pensamiento del célebre educador, político y periodista argentino, Domingo Faustino Sarmiento, con el cual el licenciado Morales Chúa inició su columna: “Cuando estoy frente a un niño experimento dos sentimientos. Uno de cariño por lo que es y otro de respeto por lo que puede ser”.