Los talibanes ven a Estados Unidos en peligro en todo el mundo


Desde el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos acumula errores que lo conducirán a una derrota en Afganistán y su imagen de «invasor» pone en peligro a los norteamericanos en el mundo entero, aseguró hoy la insurgencia talibán.


El comunicado del «Emirato Islámico de Afganistán», nombre del antiguo régimen talibán (1996-2001), afirma que Estados Unidos está abocado indefectiblemente a la derrota en territorio afgano.

«Nueve años después del 11 de septiembre, y pese a buscar todas las posibles soluciones militares en Afganistán, (Estados Unidos) ha perdido ahora cualquier posibilidad de (traer la) paz», se indica en el texto.

«Sólo le queda una opción, que es retirar a sus fuerzas de Afganistán de forma incondicional», señala el comunicado, en el que se alega que Washington «ha sido derrotado en su invasión ilegal».

El «balance» de los talibanes en el comunicado divulgado a los medios, llega nueve años después de la invasión de Afganistán por una coalición liderada por Estados Unidos.

La intervención militar se produjo poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, para castigar al régimen talibán aliado de Al Qaida, que reivindicó esos ataques.

Pese al enví­o regular de refuerzos extranjeros –entre ellos 30.000 nuevos soldados estadounidenses– la insurrección de los talibanes se intensificó en los tres últimos años, extendiéndose a la casi totalidad del paí­s.

Al mismo tiempo, Estados Unidos –que suministra las dos terceras partes de los 150.000 soldados extranjeros desplegados en el paí­s esencialmente bajo bandera de la OTAN– nunca habí­a perdido a tantos hombres.

El número de soldados extranjeros muertos en Afganistán se eleva ya a casi 500 en lo que va de 2010, dos terceras partes de los cuales eran estadounidenses. Este año ya es el más sangriento para el ejército de Estados Unidos desde el inicio de la intervención en Afganistán.

El pasado miércoles, el jefe supremo de los talibanes, el mulá Omar, ya habí­a proclamado que las potencias occidentales están perdiendo la guerra en Afganistán, y llamó a expulsar a los «infieles invasores».

Para Mohamad Omar, «los expertos militares que han elaborado estrategias de invasión de Afganistán, o que intentan actualmente diseñar otras, admiten que esas estrategias han fracasado por completo».

En su comunicado de este sábado, los talibanes destacan que la «coalición internacional toma ahora conciencia de la realidad de la situación, y empezó a retirar a sus fuerzas de Afganistán, para deshacerse de este problema», aludiendo a los aliados de Washington.

La insurgencia también insiste en el hecho de que «ser estadounidense se ha convertido en un riesgo para cualquier persona en todas las regiones del mundo».

«Ello le impide a la nación norteamericana tener la bendición de una vida pací­fica, incluso en su propio territorio. Sus casas, sus ciudades, sus aeropuertos, sus bases militares, se han convertido por ellos en campos de batalla. Ya no se pueden sentir a salvo en ningún lugar», añaden.

El martes pasado, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés) ya habí­a afirmado que las potencias occidentales deberí­an cambiar de estrategia en Afganistán y adoptar una polí­tica de «contención» de Al Qaida y de los talibanes basada en la negociación y no en la fuerza.

AFGANISTíN. Protestas esporádicas.


Centenares de personas protagonizaron hoy esporádicas manifestaciones en Afganistán para protestar contra los planes de un pastor evangelista norteamericano de quemar Coranes en el aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

En la capital de la remota región de Badajshan (norte), unas 600 personas se manifestaron brevemente, lanzando consignas contra Estados Unidos, indicó el jefe provincial de la policí­a, Aqa Noor Kintoz.

Los manifestantes retornaron al lugar de las violentas protestas que tuvieron lugar el viernes, donde fue apedreada una pequeña sede de la OTAN en la ciudad de Fayzabad, hiriendo a ocho personas, entre ellas cuatro policí­as.

Pero las manifestaciones del sábado «terminaron pací­ficamente, sin violencia», dijo Kintoz.

Otras 250 personas se congregaron en cada uno de los otros dos distritos de la provincia, Jirm y Kishim, añadió.

«Cantaron consignas antijudí­as, antinorteamericanas y se dispersaron. No hubo marcha ni hubo violencia», dijo Kintoz a la AFP.

Una manifestación estaba prevista en el centro de Kabul, donde las fuerzas de seguridad reforzaron el sábado la vigilancia en torno a la embajada de Estados Unidos y del cuartel general de la OTAN.

El evangelista Terry Jones, pastor de una pequeña iglesia en Gainesville, Florida, atrajo la atención mundial al amenazar con quemar libros del Corán, aunque pareció haber abandonado esta idea el viernes, tras la intervención del presidente estadounidense Barack Obama, El Vaticano y otros lí­deres mundiales.