Quizá el termino sweetheart no sea conocido en su totalidad para muchos, pero es un tipo de relación amorosa que incluye relaciones sexuales ocasionales y según la organización Panamericana de Mercadeo Social (Pasmo), es una actividad común en Guatemala y los casos serán mayores durante el descanso de la Semana Mayor.
ecoronado@lahora.com.gt
El asueto ocasionado por la conmemoración de la Semana Santa es tomado por muchos guatemaltecos como una forma de salir a la playa y disfrutar de fiestas con amigos ocasionales, lo que aumenta el riesgo a tener contacto sexual y contraer una enfermedad venérea, afirmaron los expertos en el tema.
Aunque para la mayoría las relaciones sexuales todavía siguen siendo un tema tabú y prefieren no hablar de ello, los profesionales de Pasmo señalaron que las relaciones sweetheart son muy habituales en discotecas, bares, universidades y otros, quienes basan su afecto en el intercambio de placer, compañía y posibilidades de experimentar.
«Por ser una temporada de fiesta, es altamente propensa a prolongar este tipo de relaciones», señaló Alvan Alemán, representante de Pasmo en Guatemala, quien advirtió que durante las fiestas de Semana Santa resulta bastante proclive a tener relaciones ocasionales, también conocidas como «sweetheart» y esto aumenta el riesgo de contraer enfermedades venéreas.
«Hay mucho alcohol y algunas veces drogas que hacen que las personas pierdan un poco la percepción de riesgo y poderse infectar», dijo Alemán, quien cree que aunque las relaciones sweetheart se mantienen a lo largo del año en su mayoría fomentadas en las discotecas, durante el descanso también se incrementará el contacto sexual.
PREVENCIí“N
Pasmo promueve el cambio de comportamiento por medio de mercadeo social que consiste en brindar información, productos y servicios de salud que permitan a comunidades de bajos ingresos prevenir contagios y vivir saludables, por lo que presentaron su más reciente estudio sobre el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
La organización de Mercadeo Social para estas fechas envía todo su equipo de educadores a los diferentes lugares de concentración de las poblaciones para fomentar el uso de preservativos y evitar que el riesgo de contagio de VIH/SIDA sea mayor.
Este estudio señala que es bajo o nulo el uso de condón entre personas heterosexuales de 20 a 40 años de clase media alta y en su mayoría reconocen tener una relación sweetheart y confían en que su pareja tiene buen aspecto o una vida que no le genera sospechas. Los resultados se desarrollaron gracias a personas que fueron capacitadas y luego obtuvieron detalles de sus amigos a manera de charla.
Los representantes de Pasmo detallaron que es la primera vez que hacen un estudio de esta naturaleza y se lograron realizar 225 entrevistas, de estas todas las personas hablaron que tienen relaciones constantemente con múltiples parejas en períodos cortos y mostraron poca percepción del riesgo que pueden tener y contagiarse con enfermedades de transmisión sexual.
Algunos de los resultados explicaban que el problema es la poca percepción de riesgo que tienen las personas, y las múltiples parejas que tienen como resultado una puerta para infectarse de alguna enfermedad en cualquier momento.
USO DE PRESERVATIVO
De acuerdo con el estudio de Pasmo se concluyó que existe la conciencia del uso del condón, pero en muchas ocasiones no se usa. El hombre es el encargado de conseguir el condón, pero a menudo sucede que entre la pareja sweetheart se establece cierta confianza que les permite tener relaciones sin usar condón, lo que aumenta el riesgo.
El sida consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos, y se desarrolla cuando el nivel de Linfocitos T CD4 desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.
Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y destruyen a cualquier organismo extraño que entra al cuerpo humano. Esta respuesta es coordinada por un tipo de células llamadas linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca específicamente a las células que expresan el receptor CD4, una de las más importantes son los linfocitos T CD4 y entra en ellos. Una vez dentro, el virus transforma su material genético de cadena simple (ARN) a uno de cadena doble (ADN) para incorporarlo al material genético propio del huésped (persona infectada) y lo utiliza para replicarse o hacer copias de sí mismo. Cuando las nuevas copias del virus salen de las células a la sangre, buscan a otras células para atacar. Mientras, las células de donde salieron mueren. Este ciclo se repite una y otra vez.
Para defenderse de esta producción de virus, el sistema inmune de una persona produce muchas células CD4 diariamente. Paulatinamente el número de células CD4 disminuye, por lo que la persona sufre de inmunodeficiencia, lo cual significa que la persona no puede defenderse de otros virus, bacterias, hongos y parásitos que causan enfermedades, lo que deja a la persona susceptible de sufrir enfermedades que una persona sana sería capaz de enfrentar, como la neumonía atípica y la meningitis atípica. Estas enfermedades son principalmente infecciones oportunistas. Dado que el organismo posee mecanismos de control de crecimiento celular dependiente de células CD4, la destrucción progresiva de estas células ocasionará que estos mecanismos no sean adecuadamente regulados, lo que origina en consecuencia la presencia de algunas neoplasias (cáncer) que no ocurrirían en personas «sanas». El VIH, además, es capaz de infectar células cerebrales, causando algunas afecciones neurológicas.
Como en los demás retrovirus, la información genética del virus está en forma de ARN, que contiene las «instrucciones» para la síntesis de proteínas estructurales, las cuales al unirse conformarán al nuevo virus (virión); es decir sus características hereditarias, que le son necesarias para replicarse. Habitualmente, en la naturaleza el ADN o ácido desoxirribonucleico es una fuente de material genético desde la que se producirá una copia simple de ARN, pero en el caso del VIH, éste logra invertir el sentido de la información, produciendo ADN a partir de su simple copia de ARN, operación que se denomina transcripción inversa, característica de los retrovirus. El virus inserta su información genética en el mecanismo de reproducción de la célula (núcleo celular), gracias a la acción de la transcriptasa reversa.