Herberth Pineda
Agencia de Noticias LA NANA
Leonel* es un adolescente con 17 años de edad, que ha vivido más que otros adolescentes, ya que debe trabajar para poder estudiar y ayudar a su madre. Además, ha tenido que soportar algunos maltratos de parte de su padrastro. Actualmente, el joven trabaja medio tiempo para poder cubrir los gastos del colegio privado donde estudia una carrera de nivel medio.
La presión de tener responsabilidades no acordes a su edad, le llevaron a la desesperación, además, llegó a un momento en el cual su vida sentimental, laboral y familiar lo llenó de frustración, por lo que tras una discusión con su madre intentó suicidarse. El caso de Leonel no es el único en el país, durante casi siete años las cifras sobrepasan los dos mil casos.
¡Ya no quiero vivir!
Según María Teresa Gaitán, jefa del írea de Psicología, del Hospital San Juan de Dios, en lo que va del año se han detectado en dicha unidad médica, unos 62 casos de adolescentes que intentaron suicidarse. «Los casos se captan en la unidad de emergencia, seguido en la investigación médica, son pocos los que se detectan como intento de suicidio». Los reportes no demuestran realmente la magnitud del problema, debido a que la población teme, o mejor dicho se avergí¼enza, de revelar que sus hijos han intentado matarse, afirma Sergio Reyes, de Comunicación Social de dicho hospital.
Las causas: La situación del país no parece ser el común denominador de los intentos de suicidio en el área urbana, auque sí entra en el contexto de la situación, explica Gaitán. Sin embargo, las causas más comunes se distribuyen por el género: los varones ven los problemas sentimentales o decepciones amorosas como motivo suficiente para quitarse la vida, mientras que las jovencitas se ven afectadas por la acumulación de problemas familiares. Otros motivos, que no distinguen en sexo de la víctima, son la desintegración familiar por violencia o alcoholismo, indica la especialista.
Los métodos: El uso de pastillas o medicamentos en sobredosis parece ser la manera más común de las mujeres adolescentes de quitarse la vida. Por su parte, son los varones quienes utilizan otros métodos más violentos como armas de fuego o ahorcamientos. Sin embargo, Gaitán asegura que en el departamento de Psicología, se atiende a un buen número de jovencitos que amenazan constantemente con quitarse la vida, pero nunca cumplen con ello.
«Llegó el momento en el que definitivamente quise acabar con mi desesperación, y frente a mi mamá, mientras nos peleábamos y discutíamos, empecé a estrangularme, pero ella no me dejó, y trataba de quitarme el cable con el que me ahorcaba, pero estoy seguro que si ella no lo hubiera impedido, hubiera logrado mi objetivo, aunque le agradezco que lo hiciera», cuenta Leonel.
Suicidio con pesticidas y plaguicidas, método en área rural
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, MSPAS, reportó unos dos mil 808 suicidios de adolescentes del año 2001 para 2006. De todos estos casos, se ha visto notablemente que en las áreas rurales de los departamentos como Alta Verapaz, Quiché, Jutiapa, Jalapa, Escuintla y Quetzaltenango, ha sido constante el uso de pesticidas y plaguicidas para cometer este tipo de actos.
La doctora Alejandra Flores, del Programa Nacional de Salud Mental, PNSM, del MSPAS, indica que para el primer semestre de 2007, la mayoría de muertes por intoxicación con pesticidas y plaguicidas ha sido del 42 por ciento por suicidios, mientras que el un 33 por ciento por accidentes laborales y un 25 por ciento por intoxicación accidental común.
Entre el año 2006 y 2007, se han reportado a nivel nacional un total de 209 suicidios provocados con este tipo de sustancias. Entre los más comunes que se encuentran en el mercado están: Fosita, Paraquat, Metamidofos, Meti paration, Metamil entre otros herbicidas y plaguicidas.
El tratamiento y la prevención
La doctora Gaitán refiere que en la Clínica del Adolescente del Hospital San Juan de Dios, se atiende a las y los adolescentes que hayan ingresado por cualquier causa y que se identifican como intentos de suicidio. «Lo principal es brindarles un tratamiento psicológico individual, y también acompañado de sus padres»
Asimismo, en el MSPAS, a través del PNSM, se elaboró el «Modelo de Atención Integral de las y los Adolescentes». Este programa contempla acciones que vengan a disminuir que la problemática social afecte la salud mental de la juventud, y que por ende recurran a situaciones como pensamientos e intentos suicidas.
Los objetivos del Modelo son:
? Desarrollar las competencias de los proveedores de la red de servicios de salud a través de un proceso de capacitación y monitoreo de las competencias permanente para la atención integral de los y las adolescentes.
? Desarrollar e implementar un plan de comunicación, para la promoción de una adolescencia saludable, que incluya acciones de sensibilización, capacitación y educación comunitaria.
? Involucrar a la comunidad para fortalecer la atención integral del adolescente y la creación de ambientes saludables para conservar la salud y desarrollo de los adolescentes, mejorando la calidad de vida.
«Lo importante es saber y estar consciente que todo tiene solución, ya que nada ni nadie vale la pena para quitarse la vida a sí mismo. Y pues mi consejo es que busquen la ayuda de sus padres, y si ellos no los comprenden existen muchas personas que tal vez los entiendan, pero que de ninguna manera intenten hacer esto. Y a los padres les digo que se acerquen a sus hijos, que los acepten y apoyen tal como son», concluye Leonel.