El periodista Mauricio Funes se convierte hoy en el primer presidente de izquierda en la historia de El Salvador, arropado por casi una veintena de líderes, entre los que se encuentra la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton.

Funes ha puesto fin a 20 años de hegemonía de la derecha, en las elecciones del pasado 15 de marzo, con la ayuda de la ex guerrilla marxista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que ya había intentado conquistar el poder sin éxito en tres ocasiones anteriores, reseñó AFP.
Una combinación que no está exenta para muchos de riesgos por la tendencia del popular periodista televisivo a la independencia y por las ansias de los viejos militantes de la guerrilla de imponer un programa de gobierno de corte socialista.
Prueba de esta dificultad ha sido el anuncio del ejecutivo con que gobernará Funes pocas horas antes de juramentarlo este lunes, una vez que él mismo jure su cargo a partir de las 14H30 GMT ante el presidente de la Asamblea Legislativa en el Centro de Convenciones de la capital.
El presidente explicó esta tardanza por el «proceso esencialmente complejo» que vive la «transición de un gobierno de derechas a un gobierno de izquierdas».
Buena parte de los ministros y secretarios designados no pertenecen al FMLN, a menudo fruto de un compromiso entre líder y partido que han optando por una «tercera vía» que no era la elección primera ni de uno ni otro, según trascendió en la prensa local.
En total trece ministros y seis secretarios, entre ellos su esposa y primera dama, la brasileña Wanda Pignato, integran el ejecutivo de Funes, que gobernará el más país más pequeño y más densamente poblado de Centroamérica por cinco años, en un periodo que se presenta incierto a la luz de la crisis económica.
Funes estará arropado este lunes por una quincena de jefes de Estado y delegaciones de 72 países, entre ellos los príncipes Felipe de Borbón y su esposa Letizia.
Pero dos son las referencias de la política que debe y no debe tener: el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva y el de Venezuela, Hugo Chávez.
El nuevo presidente ha reiterado a los críticos de la cercanía de su partido a los postulados del Socialismo del Siglo XXI que preconiza el líder venezolano, que su modelo a seguir es el brasileño.
«Los empresarios tienen que perder el miedo al FMLN y a un gobierno de izquierda», pero la izquierda también tiene que superar los «prejuicios que tradicionalmente ha tenido hacia los empresarios», dijo recientemente Funes, quien está convencido de que el desarrollo de El Salvador «pasa por la esquina de los empresarios».
Funes ha recibido el apoyo de la jefa de la diplomacia estadounidense, cuyo país había tenido hasta ahora en El Salvador a uno de sus aliados más fieles.
«Estamos convencidos y optimistas respecto a construir sobre la base de la relación que tenemos con El Salvador y estamos viendo cómo podemos hacer que todo aspecto de nuestra relación, incluyendo nuestro TLC, funcione de una manera mejor», dijo Clinton en una rueda de prensa.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar ha pedido al nuevo presidente «un gobierno de unidad, (…) que pueda construir la paz sin violencia, con un país en donde las leyes sean justas y favorezcan el bien común» y «pueda llevar adelante al país por mejores senderos aún en medio de una crisis económica».
Las palabras del arzobispo se hacen urgentes en un país sacudido por la violencia, que deja 12 muertes diarias de media y una fuerte inseguridad por la extendida presencia de las pandillas o maras y las pocas oportunidades de trabajo que ha obligado a cerca de tres millones de salvadoreños a emprender la senda de la emigración en los últimos años, convirtiéndose en pilares de la economía del país.
Con una credibilidad y popularidad ganadas durante años en el periodismo televisivo, Carlos Mauricio Funes llevó a la ex guerrilla izquierdista salvadoreña al poder en su cuarto intento tras el término de la guerra civil en 1992, poniendo fin a 20 años de gobierno de derecha.
Este egresado de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) de 49 años se ganó la admiración de los televidentes por someter a implacables interrogatorios ante las cámaras a funcionarios de gobierno, dirigentes políticos y personajes de la vida nacional.
Nacido el 18 de octubre de 1959, el candidato presidencial está casado en segundas nupcias con la brasileña Wanda Pignato, representante del Partido de los Trabajadores de Brasil para Centroamérica, y es padre de cinco hijos.
Uno de ellos, Alejandro (27), fue asesinado en París el 10 de octubre de 2007 cuando estudiaba fotografía.
Con apenas 16 años, tras completar la secundaria, Funes se convirtió en maestro de letras durante cinco años, antes de iniciar sus estudios de Licenciatura en Letras, con especialidad en Medios de comunicación social, en la (UCA), aunque no culminó su proceso de graduación.
En 1994 fue galardonado con el famoso premio María Moors Cabot que otorga la Universidad de Columbia, para los mejores reportajes sobre América Latina, por sus investigaciones durante una década.
Funes comenzó su carrera periodística en febrero de 1986 en el canal 10 de la televisión nacional y en marzo de 1987 pasó al Canal 12, donde durante 14 años dirigió la «Entrevista al día». También fue director de los servicios informativos de la televisora.
Entre junio de 1991 y septiembre de 2007 se desempeñó como corresponsal de la cadena estadounidense CNN en español.
En el marco de la guerra civil (1980-1992), Funes, en un desafío al estado de sitio, entrevistó a los dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), su actual partido.
Durante el conflicto armado perdió a su hermano mayor Roberto, un dirigente estudiantil que fue asesinado por la Policía Nacional (ya desaparecida por ley) el 14 de agosto de 1980.
En marzo de 2003, tras el triunfo de la izquierda en los comicios legislativos, fue sacado del aire el programa de opinión «Sin Censura», que también dirigía el ahora presidente electo, y de forma inesperada, en febrero de 2005, fue cesado de su cargo de director de noticias de Canal 12.
El comunicador se desempeñó igualmente como director del Centro Video de la UCA, donde recibió reconocimientos por sus trabajos de investigación.
El 28 de septiembre de 2007, luego de 21 años de ejercer el periodismo, Funes se despidió de sus televidentes para aceptar la candidatura presidencial del FMLN.
Apodado durante la primaria como «el pajarito», Funes, autodefinido como un hombre de «pensamiento de izquierda», ha roto el estigma que perseguía a la izquierda, llevando como vicepresidente al ex comandante Salvador Sánchez Cerén, un maestro de 64 años, y el único dirigente histórico de la antigua comandancia general guerrillera.
Sánchez Cerén, que dejó las aulas para incorporarse a la lucha insurgente en los años ochenta, hasta antes de su elección era el jefe de la fracción legislativa del FMLN.