Sorprendió que el Ministro de Gobernación anunciara que en quince días publicará en “Guatecompras” las bases de licitación para que una empresa privada evalúe la estructura administrativa y salarial de esa dependencia. Las dudas surgen a granel: ¿para qué sirve entonces la Oficina Nacional de Servicio Civil?, ¿qué hace o para qué sirve la enorme burocracia administrativa de ese ministerio, como la de la Dirección de la Policía Nacional Civil?
fracaceres@lahora.com.gt
Me parece incorrecto que solo por el hecho de estar de moda la llamada “tercerización”, todas las funciones o responsabilidades del Estado vayan a contratarse, pero manteniendo la ya de por sí elevada y costosa administración pública.
Por todos es sabido que la oficina de servicio civil es la obligada a asesorar, orientar e implementar procedimientos relativos a las remuneraciones de los empleados públicos, pero es evidente que el Ministro de Gobernación lo ignora o simplemente no le parece que esa oficina sea útil para los fines que él persigue. Si esto fuera así, lo que procede entonces es desarmarla o reorganizarla a fondo, por cuanto el mismo procedimiento podría también emplearse para los empleados de aduanas, de salud y de sinnúmero de dependencias más, si es que a los funcionarios les urge evaluar al personal a su cargo o estiman que sus remuneraciones son miserables.
¿Qué va a pensar el resto de funcionarios y empleados del actual gobierno después de apreciar la discriminación de la que serán objeto? ¿No se ha puesto a pensar el licenciado Mauricio López Bonilla el disgusto generalizado que va a generar por cuanto igual o más derecho pueden tener los trabajadores de la rama de salud o de cualquier otra dependencia? Pero hay algo más importante todavía digno de tomarse en cuenta, el mal ejemplo que los funcionarios le han venido dando a los empleados de menor jerarquía, porque si los policías, los vistas de aduana o quien saca la basura aprecia que los de arriba se están llevando a su casa el edificio en pedazos o su llegada al poder es solo con el afán de hacer jugosos negocios ¿por qué no se les va a antojar hacer eso mismo o un poquito más?
No discuto el hecho que los policías están mal remunerados, pero ello no significa administrar por excepciones en vez de medir a todos los servidores públicos con el mismo rasero, atendiendo únicamente a sus méritos, condiciones y características de su empleo dentro de una clasificación general de puestos y salarios, como la evaluación periódica de sus méritos. Hacer lo contrario, sería igual a seguir cometiendo los mismos errores del pasado, cuando la honradez, la honorabilidad y el buen desempeño de un trabajo no solo se debe al bueno, regular o mal pago que reciba, sino a los valores y principios que se obtienen desde la cuna, los que se refuerzan con la educación y formación académica.