Sus simpatizantes aseguran que denunció cuanto pudo en contra de un sistema que mostraba sus vicios más oscuros, que apuntó sus delaciones contra funcionarios que no demostraban la claridad en sus funciones.
etelon@lahora.com.gt
Estiman que no titubeó al referirse a la existencia de una política de limpieza social aplicada por grupos intrínsecos a las fuerzas de seguridad, aun cuando nadie creyese o tomase en cuenta la dimensión que eso representaba.
Argumentan que no calló ante la violación dada en el caso de la finca Nueva Linda, tampoco en el operativo realizado en la granja penal de Pavón, aún cuando ello le hizo ganar desprecios, por quienes le llamaron defensor de criminales.
Lo de Pavón no tardó el tiempo en darle la razón, cuando los cuatro agentes de la División de Investigación Criminal (Dinc) procesados por el crimen en contra de los cuatro diputados salvadoreños y su piloto, evidenciaron que aun con criminales nadie debe sobrepasar la ley.
Según sus propias declaraciones su mejor medida de cabildeo dentro del Congreso de la República para alcanzar su reelección se encontró siempre en el trabajo que había realizado, razón por la cual no le inquietaba en gran medida la posibilidad de perder la contienda.
Dos votaciones bastaron para que alcanzara la tan ansiada y discutida reelección que le otorga cinco años más al frente de la Procuraduría.
Esas mismas fueron suficientes para lograr 112 votos de los 105 necesarios para reafirmarse en el puesto, el apoyo que le mostraron los parlamentistas de distintas bancadas que integran el Congreso de la República fue casi total.
Detractores
No le han faltado, un grupo importante se aglutinó a una cantidad considerable de organizaciones sociales que se opuso con meses de anticipación a sus deseos de ocupar la titularidad de la procuraduría para un período más.
Los argumentos que lo rechazaban eran varios, entre los de mayor sustentación señalaba que su intención de permanecer al frente de la PDH podría comprometer el actuar futuro de la institución, por comprometerse con favores políticos, los cuales le obligarían a callar ante violaciones del Estado.
Además la alternancia en el puesto que se exigía por algunas instituciones, quienes acusaron su gestión de una actuación «con luces y sombras» con momentos de entereza y otros de mutismo no faltaron.
Ahora Sergio Morales ha sido reafirmado por cinco años más y ha enumerado los temas de mayor sensibilidad a tratar en su confirmación en el puesto.
La depuración y refundación de la Policía Nacional Civil (PNC), el fortalecimiento de las diferentes procuradurías que operan la PDH, así como el seguimiento y verificación de las votaciones generales programadas para el presente año son parte de la agenda principal de Morales.
Quien asegura que el tema de la seguridad y la eliminación de la impunidad no pueden quedar soslayados en una democracia que debe madurar.
«Contamos con muchos proyectos, pero el respeto de los derechos fundamentales de la población en general es todavía un reto, hemos recorrido un largo camino y realizado muchas obras importantes, pero sabemos que aún nos queda mucho por lograr», afirma el funcionario.
También afirma que para el presente año prevén una contienda electoral violenta y disputada, pero que como han venido realizando en los últimos años brindarán el apoyo posible al Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la vigilancia que los comicios se lleven a cabo con la mayor transparencia posible.