«Los cimientos principales de todos los Estados son las buenas leyes y las buenas armas, y no puede haber buenas leyes donde no hay buenas armas.» Maquiavelo.
Inexorable, el tiempo se va minuto a minuto, y en las acciones del ser humano, se marcan los pasos del mismo. Cada acción es un aparte en el tiempo.
Cada acción humana, es la que deja generacionalmente las etapas del tiempo, que es uno sólo, no es un tiempo de ayer o será un tiempo mañana. Es solo el tiempo.
Y en esas acciones que marcan el tiempo, aparece el ahora general de División Helmuth Casados. Lo conocí en la base militar Kaibil en Izabal. Me pareció en ese momento, una persona inteligente, capaz, dinámica, profesional, pero ante todo enteramente dedicado a su institución, el Ejército de Guatemala.
Poco después, me entere que el actual gobierno lo había nombrado jefe del Estado Mayor de la Defensa, el ente técnico y consultivo del Ejército de Guatemala que entre sus funciones tienen que asesorar al Ministro de la Defensa Nacional en todos los asuntos que competen al Ejército de Guatemala. Es el encargado de apreciar, planificar, ejecutar y evaluar la movilización nacional dentro del esquema de defensa. Hace casi un año ascendió a General de Brigada.
Ahora, llega a la máxima expresión de un Ejército. General de División. Con ello estará coronando una carrera militar dedicada a su institución. Una carrera que lo ha llevado por toda la geografía nacional y en cada uno de sus puestos, mostró algo difícil de concebir en estos tiempos. Fusionar la humildad con el profesionalismo.
El ahora general de División Casados es de las últimas generaciones de la guerra y entró de golpe a la Paz. Tiene la certeza que la Paz se fortalece en la responsabilidad de cada guatemalteco desde cualquiera trinchera que se encuentre.
El general Casados está seguro que el Ejército de Guatemala se encamina a nuevas doctrinas para el mantenimiento de la Paz, que justo hoy hace 16 años, se firmó en Guatemala.
Está seguro que hay nuevos enemigos para la Paz en nuestro país, y que el Ejército debe estar preparado para hacer frente a estos retos que se dibujan diariamente en la actividad social, económica y política.
Busca encontrar un Ejército que sea responsable en una sociedad responsable. Una sociedad que entienda y acepte el rol de cada núcleo organizacional del Estado y que no se desacredite a este o aquel por cuestiones ideológicas.
Ahora, el nuevo divisionario, tiene más y mayores responsabilidades. Deberá cumplirlas con el ordenamiento legal de Guatemala. De hacerlo, LA PATRIA SE LO RECONOCERÁ… DE LO CONTRARIO LA HISTORIA LO JUZGARÁ. Salud general CASADOS.