Los rayos que salvan


Se sabe que a medida que pasa el tiempo los sobrevivientes de cáncer de mama tienen más posibilidades de desarrollar metástasis o tumores secundarios; uno de los más comunes es el tumor del cerebro. En efecto, entre el 25% y el 40% de esos pacientes desarrolla tumores cerebrales, y a veces no uno solo ni una sola vez, sino muchos y en repetidas ocasiones a través de los años.


«Tradicionalmente este tipo de tumor ha sido tratado con radiación externa», dice el Dr. Aizik L. Wolf, neurocirujano del Doctors Hospital de Miami. «Pero el tratamiento toma dos semanas de sesiones diarias de entre 15 a 20 minutos, que con los preparativos se convierten en alrededor de dos horas. Además, las pacientes pierden el cabello en el área, se les quema la piel, desarrollan problemas en el oí­do medio; en fin, que las desfigura atractivo, algo es importante sobre todo para las mujeres. Encima de todo no es muy efectivo…»

La opción, por suerte, es el tratamiento con uno de los equipos de radiación que más fama ha ganado los últimos 15-20 años por su efectividad: el bisturí­ de rayos Gamma, conocido internacionalmente como Gamma Knife. Similar en apariencia fí­sica al equipo de imagen de resonancia magnética, éste posee cobalto en el área del fondo.

«Al paciente o la paciente se le coloca una especie de casco e inmediatamente se le toman imágenes de resonancia magnética», explica el Dr. Wolf. «Con esto se pasa a diseñar el plan de radiación, cosa que toma algunos minutos, y la sesión en sí­ también toma unos minutos nada más. El o la paciente está bajo sedación, o sea, que no se le aplica otra anestesia, y no siente absolutamente nada», dice, y agrega: «Sólo se necesita una sesión, que es ambulatoria, y el paciente se pueda ir a su casa de inmediato. No se pierde el cabello, no se quema la piel, y lo que es mejor, se puede realizar cuantas veces se necesite».

Y lo más espectacular es que, contra el 96% de mortalidad en casos de este tipo de cáncer con el tratamiento tradicional, el bisturí­ Gamma ha permitido controlar el 96% de las metástasis cerebrales.