Investigadores de las fuerzas de seguridad afirman que cuando se aprehende al miembro de una célula criminal es más fácil identificar de donde provienen los ataques y asesinatos contra pilotos; se conoce que los privados de libertad de diferentes cárceles tienen su propia ruta o empresa a extorsionar.
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Los centros carcelarios en donde se registra mayor problema de planificación de actos ilícitos al transporte son El Boquerón, en Cuilapa (Santa Rosa), Chimaltenango y el Sector 11 del Preventivo de la zona 18. En la primera se encuentran recluidos varios miembros de la Mara Salvatrucha, mientras que en las últimas dos, de la gavilla 18.
Aunque antes prevalecía la delincuencia en rutas urbanas, ahora las empresas extraurbanas también se convirtieron en el blanco de diferentes atentados.
LITEGUA
Una de las empresas más afectadas recientemente fue Litegua, pues en pocas semanas sufrieron por lo menos tres atentados que dejaron a dos pilotos y pasajeros heridos.
De acuerdo con las fuentes, el origen de esos ataques provenía de la cárcel de Chimaltenango; el máximo líder de esta estructura era el privado de libertad Carlos Humberto Rodríguez López, alias «el Gí¼ero», quien se comunicaba con su esposa Brenda Hernández de los teléfonos celulares 4932-0464 4909-2238 y 4408-5401, así como con Julio Rojas, ambos miembros de la Mara 18.
Hernández y Rojas coordinaban las muertes o los atentados con José Eduardo Macdonal Castillo, alias «Chompipe», de 25 años, conductor de un bus de la ruta 72 de la empresa EGA y con otro joven de 17 años.
Según se indica, éstos dos últimos operaban como sicarios o atacantes de buses, bajo las directrices de la esposa de «el Gí¼ero».
El privado de libertad tenía previsto cobrar Q50 mil a los propietarios de las unidades de transporte de esa empresa y entregaría a cada sicario Q12 mil 500.
Sin embargo, esto no fue posible, pues los efectivos policiales desarticularon la banda al identificar los números telefónicos y constatar que la pareja de «el Gí¼ero» era enviada por este hombre. La detención se efectúo el pasado 24 de noviembre, en el kilómetro 73 de la ruta al Atlántico, cuando Hernández recogía el dinero exigido a los empresarios de Litegua.
Por la violencia en los buses de dicha empresa fue necesario que patrullas de la Policía Nacional Civil (PNC) los custodiaran, pues se creía que en cualquier momento se arremetería en contra de esas unidades.
Se cree que los ataques se detuvieron, luego del traslado de «el Gí¼ero» hacia la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II, el pasado jueves, junto a otros seis hombres.
COMíšN R L, VELOTAX Y LA FE
Tras la captura de Sandra Herlinda Ponciano Ichich, de 26 años, pareja del reo Esvin Ramírez Iboy, alias «el Yegua», se logró determinar la participación de éste junto a Hans Ludovin Flores Quintanilla, alias «el Rabbit» en la planificación de asesinatos y extorsiones contra pilotos. Los sindicados guardan prisión en el sector 11 del Preventivo de la zona 18 y son miembros de la Mara 18.
El día de la aprehensión, junto a Ponciano Ichich, también fueron detenidos Luis Augusto Monzón Lemus, de 25 años y Griselda Leonor Chamalé González, de 40. Las capturas se efectuaron mediante varios allanamientos en la colonia Lomas de Santa Faz, en la zona 18, el pasado 31 de agosto. En el allanamiento se localizaron tres pistolas, cargadores con cartuchos para las mismas, tres teléfonos celulares de diferentes empresas y un artefacto explosivo, que se presume sería detonado en los próximos días contra un bus que cubre esa zona. Según las fuerzas de seguridad, la conviviente del reo Ramírez Iboy, junto a la otra detenida, se dedicaban a reclutar mujeres y niños para recoger extorsiones y entregar los teléfonos a los empresarios de Velotax, Común RL y La Fe, quienes conforman por lo menos unos 200 buses. De acuerdo con la investigación, Ponciano Ichich recolectaba alrededor de Q6 mil semanalmente y los llevaba el día de visita a su conviviente, dinero que es utilizado para la compra de drogas, armas y artefactos explosivos, entre otros. Aún no se confirma si Ramírez Iboy y Flores Quintanilla se encuentran en el sector 11 del Preventivo o si fueron enviados a Fraijanes II.
EL PORVENIR VILLA CANALES
Los buses que cubren la ruta hacia Villa Canales han sufrido los embates de la violencia en los últimos días. El pasado 27 de noviembre se conoció que Jonathan Manolo Ortiz Aguilar, alias «El Wique», recluido en el sector 11 del Preventivo de la zona 18, se comunicaba desde el teléfono 4710-8770 con las víctimas para cobrar la extorsión, así como con su tía Alba Leticia Ortiz Mijangos y Carlos Enrique Jiménez Ramos, para coordinar la forma de recoger ese dinero.
En las primeras negociaciones que permitieron dilucidar responsabilidades, un empresario de transporte de dicha ruta informó que se le exigía Q70 mil, pero debido a que no podía reunir esa cantidad, su residencia fue atacada varias veces, por lo que tuvo que realizar tres pagos por Q10 mil Q5 mil y Q4 mil 870, a través de transacciones bancarias.
El hostigamiento de parte de este pandillero no cesó, pues el 26 de noviembre volvió a llamar para amenazar a su víctima. Los investigadores que intervinieron lograron a detener Ortiz Mijangos y Jiménez Ramos, cuando salían de una agencia bancaria ubicada en la calzada Roosevelt 3-00 de la zona 11, para recoger el dinero de la extorsión. La propia tía del reo afirmó que era su sobrino quien dirigía las extorsiones desde la cárcel.
Según las fuerzas de seguridad, los traslados a la cárcel de máxima seguridad de los reclusos que planifican estos ilícitos en las diferentes cárceles del país podrían contrarrestar la problemática. Sin embargo, desafortunadamente cada vez que se retira a los líderes de esos grupos criminales, claramente se sabe que los privados de libertad buscan a un lugarteniente que dirige estos actos ilegales, o en otro caso, cabe la posibilidad que quienes no son capturados continúan con esa mafia y llevan el dinero producto de la extorsión a las familias de los reclusos que dirigían esos hechos.
La División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) cuenta con el mapa donde se registran asesinatos, asaltos y extorsiones en contra de los buses que circulan por esos puntos.
Lugares como las zonas 18, 21, 7, 5, Mixco, Amatitlán, Villa Nueva y San Miguel Petapa no dejan de ser los más afectados; esto se debe a las diferentes clicas, principalmente de la Mara 18, que operan en los referidos lugares.
Se destaca que los miembros de la gavilla 18 son quienes se dedican a delitos más comunes, mientras que los de la Mara Salvatrucha tienen vínculos directos con el crimen organizado, que los utiliza para cometer asesinatos a sueldo, secuestros y distribución de drogas, entre otros.
La mayoría de los integrantes de la MS se encuentran en prisión y dejaron de dedicarse a la delincuencia común para cometer ilícitos bien planificados, en cambio la M-18 aún se dedica a las extorsiones y robos.
Según una fuente policial, es complicado detener estos hechos por la cantidad de privados de libertad que se dedican a cometer actos delincuenciales, así como por la gente que utilizan afuera, «que es mucha» y se encuentra en todas las colonias y zonas del país.
Aunado a ello, la falta de denuncia de las víctimas, que podrían colaborar para desarticular esas bandas que acechan a la población guatemalteca.