La llegada de un nuevo gobierno genera expectativas entre los guatemaltecos. Sin embargo, algunos sectores se mantienen vigilantes de las primeras acciones del presidente electo, ílvaro Colom, mismas que repercutirán en la agenda del Congreso de la República. El 2008 es un año en el que las piezas del ajedrez político deberán moverse estratégicamente.
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Muchos son los aspectos que tendrán en vilo a la cúpula empresarial, al sector sindical y a la población en general, pero de forma particular, tres puntos captan la atención de los guatemaltecos: El incremento al salario mínimo, la prórroga del Impuesto Extraordinario y Temporal de Apoyo a los Acuerdos de Paz, IETAAP, junto al reciente incremento de la tasa líder, autorizado por la Junta Monetaria, como una medida que pretende paliar la crisis inflacionaria.
Salario mínimo
El presidente í“scar Berger cumplió con lo anunciado: antes de finalizar el año, a través de un acuerdo gubernativo, se publicó el aumento al salario mínimo, aunque en un porcentaje menor del esperado por la parte trabajadora. La expectativa se mantiene pues el presidente electo anunció que revisará el incremento. De hecho, el próximo Ministro de Trabajo de la administración Colom, í‰dgar Rodríguez, declaró que se encargará de consensuar el porcentaje aprobado para equipararlo con los índices inflacionarios.
Los antecedentes del incremento al salario mínimo son, siempre, poco alentadores para la parte patronal. Cuando el ex presidente Alfonso Portillo Cabrera asumió el poder, decretó un aumento salarial a nivel nacional que generó el descontento de la cúpula empresarial, quienes en su momento anunciaron que esta medida traería despidos masivos y la proliferación de la economía informal.
Cuando í“scar Berger tomó posesión, la población permaneció a la expectativa de lo que en esta materia pudiera surgir, sin embargo, manejó el tema con precaución, a pesar de las críticas y no tomó medidas drásticas sobre el salario. Hoy, cuando le quedan pocos días para entregar la Presidencia, opta por aumentar el salario en casi el mismo porcentaje que el índice inflacionario.
IETAAP
El Congreso de la República acordó prorrogar el Impuesto Extraordinario y Temporal de Apoyo a los Acuerdos de Paz debido a que el pasado 31 de diciembre perdía vigencia. La bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza cabildeó la extensión de este impuesto, pues de lo contrario deberían asumir el poder en medio de un agujero fiscal.
El IETAAP es un tributo que representará ingresos al fisco por Q2 mil 223.2 millones para el año que inicia, que servirán para cubrir parte del déficit presupuestario. El IETAAP fue creado en 2004 para sustituir el Impuesto a Empresas Mercantiles y Agropecuarias (IEMA). En ese tiempo, ha significado ingresos de más de Q2 mil 200 millones anuales y de no aplicarse en 2008 se tendría un vacío de Q1 mil 700 millones, según el Ministerio de Finanzas y la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
Debido al descontento generado entre las empresas privadas se espera que la primera semana de enero sea el escenario para la presentación de algunos recursos legales que frenen la prórroga pues, en su momento, tanto la Cámara de Comercio como el CACIF, anunciaron que no se quedarán con los brazos cruzados, ya que el decreto contiene algunas inconstitucionalidades.
Medida antiinflacionaria
Las alzas constantes en los índices inflacionarios sobrepasaron las previsiones de la Junta Monetaria, esto los obligó a incrementar la tasa líder seis veces en todo el año. Al principio la JM informó que los aumentos obedecían a que el comité técnico del Banco de Guatemala había recomendado incrementarla para alcanzar a final de año la meta inflacionaria de 5%%.
Ahora que un nuevo ciclo comienza, la JM reconoce que incrementar la tasa líder ayudará a contener la inflación, misma que ya superó la meta contemplada en la política monetaria definida para 2007.
Pese a la crisis económica que se vive a nivel mundial como consecuencia de la inestabilidad en los precios del petróleo, los integrantes de la Junta Monetaria prevén un escenario positivo para la economía guatemalteca durante 2008, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de un 5.3% y modificó hacia arriba la meta de inflación a un 5.5% más o menos un rango de tolerancia de 1.5 puntos porcentuales.
Socialdemocracia
En el campo social, las expectativas para el año que se inicia giran en torno a la ideología socialdemócrata que profesa la Unidad Nacional de la Esperanza. De esa cuenta el desarrollo rural, una tarea pendiente de los últimos gobiernos de turno y del mismo Congreso de la República, será a nivel social, una de las herramientas con las que se espera abolir la extrema pobreza.
También a nivel educativo, los ojos de la opinión pública se posicionan sobre las nuevas atribuciones de la Primera Dama de la Nación, Sandra Torres de Colom, quien anunció que pondrá en práctica las remesas escolares. Este proyecto visionario podría lograr que los niños asistan a las escuelas y dejen las labores del campo, tan necesarias para la sostenibilidad de las familias pobres.
La corriente que abrasaría la política del presidente electo mantiene a Guatemala, a nivel internacional, en el centro de la atención, al grado que algunos analistas sostienen que el gobierno que está por empezar será como una rama que nace del árbol sembrado por Juan José Arévalo Bermejo.
La interminable espiral de la inseguridad y la violencia volverán a ser el pan de cada día de la nueva administración. En el organismo Legislativo existe el compromiso de todos los partidos políticos representados, de aprobar una agenda que priorice los temas de seguridad, sin descartar otras normativas necesarias para la gobernabilidad del país.
Por ello, algunos legisladores empiezan la letanía de proyectos de decreto con la Ley de Armas y Municiones, la iniciativa que regula las empresas privadas de seguridad, pues se estima que éstas reclutan a más de 120 mil agentes; la ley marco de seguridad, propuesta por el Plan Visión de País, además de las reformas a la ley de la Policía Nacional Civil y la misma ley de Orden Público.
Las reformas constitucionales y a la ley electoral no se harán esperar este año. El Partido Patriota ya anunció que sobre este respecto harán lo suyo. El general Otto Pérez Molina, en su momento, declaró que su bancada presentará algunas, no muchas, pero que tendrán por prioridad reducir el número de diputados y regular el número de reelecciones de los mismos.
De cualquier manera, la actividad política dentro del Congreso traerá alianzas estratégicas entre la UNE y el FRG, mientras la oposición aglomerará a la Gana y al Partido Patriota, quienes unirán fuerzas en los proyectos de su conveniencia. Los bloques pequeños seguirán siendo la bisagra que marcará la diferencia, cuyas voluntades podrían ser compradas a cambio de una pequeña cuota de poder.