Guatemala, 13 Oct (Cerigua).- Los precios de los alimentos aumentaron en un 40 por ciento en los últimos 4 años en América Latina aseguró la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); como principal estrategia para estabilizar los costos y combatir la volatilidad propusieron a los Estados promover las acciones necesarias, en donde se tome en cuenta todos los sectores.
Es una situación inaceptable, ya que debido a los movimientos de los mercados, la especulación, la volatilidad y las inadecuadas decisiones gubernamentales, existen 600 millones de personas que padecen hambre en el mundo; ignorar esas situaciones pone en riesgo la vigencia de los derechos humanos y el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para el 2015, señaló la FAO.
La volatilidad y la elevación de los precios de los alimentos continuarán y harán que los agricultores, consumidores y países pobres sean más vulnerables a la inseguridad alimentaria y la pobreza, afirmó Jacques Diouf, Director Ejecutivo de la FAO.
La inestabilidad en el costo de despensas inició en el 2008 con la caída de la estabilidad bancaria y financiera en Estados Unidos; las dinámicas de importaciones y exportaciones han desfavorecido a las pequeñas parcelas familiares, lo que ha provocado la elevación del precio de los alimentos en un 40 por ciento en los últimos 4 años.
En Guatemala, el precio del maíz blanco se encontraba en el 2007, en los 70 quetzales (aproximadamente 9 dólares); en la actualidad se cotiza en 200 (unos 25 dólares), según estimaciones del Comité Campesino del Altiplano (CCDA).
De julio a septiembre de 2010, el precio del trigo también aumentó entre un 60 y un 80 por ciento en respuesta a las pérdidas de cultivos provocadas por la sequía en Rusia y la posterior prohibición de las exportaciones; los precios del arroz y del maíz también subieron durante ese periodo a nivel mundial.
Esa situación impactó severamente en Latinoamérica, donde en el 2009 se había logrado la disminución del número de personas con hambre, no obstante el nuevo escenario de carestía e inestabilidad, podría poner en riesgo la seguridad alimentaria de los más pobres.
La FAO recomendó elevar el número de acciones destinadas a fortalecer el trabajo de los pequeños agricultores y de las mujeres, así como sus conocimientos, proteger los bienes naturales, proteger las reservas de granos y destinar más presupuesto a la institucionalidad correspondiente.
El Comité Campesino del Altiplano, en coordinación con otras organizaciones, propuso al Vicepresidente Rafael Espada que aumentaran el presupuesto del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) a 2 mil millones de quetzales para el 2012, 100 millones serían destinados a fortalecer el trabajo de las mujeres rurales; el gobierno descartó la propuesta.