Claudia Paz y Paz, Doctora «Cum Laude» en Derechos Humanos y Derecho Penal en España por la Universidad de Salamanca, logró que en agosto de 2012, por su trabajo como Fiscal General en Guatemala, fuera incluida en el listado de las mujeres más poderosas que están cambiando el mundo en política, por la revista estadounidense ‘Forbes’. ‘Newsweek’ la incluyó en el listado de las 125 mujeres de mayor impacto en el mundo y señaló que su trabajo «podría ser el más peligroso de Centroamérica».
Claudia Paz y Paz es una mujer valiente que fue nominada para el Premio Nóbel de la Paz y que, además, en tres años le dio un salto cuántico a la eficiencia y eficacia de la justicia en Guatemala. Es una mujer universalmente reconocida por sus méritos y hasta donde se sabe, jamás ha pertenecido a partido político alguno en Guatemala ni en el extranjero. Eso define en gran parte su alta calidad moral y su ética dentro del ejercicio de su profesión.
Pero en su patria, Guatemala, los poderes ocultos la acusan de comunista, de haber militado junto a familiares con la guerrilla y de buscar venganza contra el Ejército por haber perdido la guerra. Obviamente hay una campaña en su contra por muchos aspectos que no favorecen a la supercúpula económica y a sus siervos.
Dentro de sus enormes logros, procesó a 15 de los 19 capos del narcotráfico reclamados por EE. UU. ; encarceló por corrupción a exministros y al expresidente Alfonso Portillo, quien ahora está enjuiciado en Nueva York por haber recibido dinero de Taiwán; persiguió a banqueros por estafas y logró sentencias contra militares en nueve casos por crímenes durante la guerra. Entre estos, el caso por genocidio contra Ríos Montt y el general Mauricio Rodríguez. Ningún fiscal anterior tuvo ese valor.
La Corte de Constitucionalidad, de una manera sorpresiva, aun para el Congreso de la República, emitió un fallo el jueves 6 de febrero, sin citar argumentos técnicos, que daba la razón “provisionalmente” al abogado Ricardo Sagastume y ordenaba al Congreso la convocatoria de la comisión de postulación que elegirá al Fiscal General para el período 2014-2018 (¿?).
Sagastume fue abogado de las telefónicas, director de la Cámara de Industria y durante algunos meses de 2011 fue precandidato presidencial del partido Frente de Convergencia Nacional, formado por la radical Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua), la organización que más se desgañita contra la gestión de Claudia Paz y Paz.
El noticiero electrónico internacional “El Faro”, en la Red, dice literalmente: “El Faro tuvo acceso a dos informes técnicos de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala que dictaminaron que Paz y Paz había sido elegida por un período de cuatro años que termina el 10 de diciembre de 2014. Los dos informes han estado engavetados, fuera del debate público. Estos provocaron el despido de sus autores –como consta en la protesta de siete magistrados en la sesión del 22 de octubre, recogidas en el acta 59-2013– y contradicen lo sentenciado por la Corte de Constitucionalidad, pues afirman que el período de Paz y Paz termina hasta diciembre de 2014.”(sic) Es decir, la Corte Suprema de Justicia, actuando dentro de la legalidad y la ética, fue contradicha por la Corte de Constitucionalidad.
La sutil línea entre lo político y la justicia parece desvanecerse y parecieran integrarse en una macabra danza que polarizará aún más a la sociedad guatemalteca, porque esta oscura acción de la CC deja a Guatemala judicialmente al garete y absolutamente en manos de poderes oscuros y oscurantistas. Los intereses macroscópicos que hay tras este movimiento en contra del pueblo de Guatemala y su interés por una época de justicia y desarrollo son desastrosos. La factura que pagará la ciudadanía será sumamente alta y de muy largo plazo. ¿Qué piensa el distinguido lector?