Los periplos de la TGW


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Este 15 de septiembre, mes de la Patria, la radiodifusora nacional TGW estará cumpliendo ochenta y dos años de haber sido fundada por disposición del entonces Presidente de la República, general Lázaro Chacón, fue la primera en Guatemala, no obstante hubo de afrontar un periplo, pues inicialmente sus controles estuvieron en el edificio de la Estación inalámbrica, en el Campo Marte en donde lucían muy erectas las Torres del Inalámbrico.

POR JOSÉ ANTONIO GARCÍA URREA

Mas adelante se trasladó al edificio del Ministerio de Fomento, sitio en donde en la actualidad está el parqueo del Banco del Ejército. 5ª. Avenida y 7ª. Calle, esquina.

En este lugar la maestra Tita Corina producía un programa para niños y con ella estaba el barítono Guillermo Andreu Corzo, que hacía el Gigante de los tres pelos, cuya risa amplificada por el micrófono hacía estremecerse a la ya numerosa radioaudiencia infantil.

Recuerdo que cuando vino a Guatemala la orquesta mexicana de Lerdo de Tejada, se transmitió por control remoto desde la Concha Acústica del Parque Central situada en la esquina norte oriente, sobre la 7a. avenida, la locutora fue la soprano María Luisa de Andreu, quien a la vez era locutora de la Radio Vidaris, propiedad de su cuñado Guillermo Andreu Corzo, esta fue también la primera radiodifusora particular que hubo en el país. La concha fue derribada cuando se iniciaron los trabajos de construcción del Palacio Nacional porque le quitaría vista», también se quitó la bella fuente luminosa chaconista para colocar la todavía actual, Ubiquista.

Pasado el tiempo, la TGW se instaló en los altos del edificio de la Tipografía Nacional, sobre la diez y ocho calle, también se trasladó del Torreón del Palacio Nacional el canal 8, pero ahí se terminó.

En esos días la TGW era un hervidero de artistas: declamadores, de radioteatro, cantantes, recuerdo que le decía a ese gran tenor Juan de Dios Quezada, que el teatro le quedaba corto para su voz, sin micrófono. Llegaba público para admirar a sus artistas favoritos o a los niños actores del Radioteatro infantil de Marta Bolaños de Prado. También para ver actuar frente al micrófono a las actrices y actores del radioteatro de María Luisa Aragón, todos ellos adentro del salón de cristal, pues había una bocina afuera para que el público pudiera oír sentado en las correspondientes butacas.

En una época, siguiendo el periplo, la radio fue trasladada a un edificio sobre la 5a. avenida entre 13 y 14 calles de la zona 1, pero por lo oneroso del alquiler retornó al edificio de la Tipografía Nacional en donde sigue actualmente. Recuerdo que una tarde que visité la radio estaban averiguando quien era la persona que estaba en una fotografía grande, con un grupo de artistas, entonces todavía no habia fotoposter, y me dijeron que como yo los conocía a todos talvez sabía quien era. si les dije: soy yo, y anotaron el nombre.

De las personas que trabajaban en esos días en la W, recuerdos algunos nombres: el de Guillermo Lorencen. de su compañero no me recuerdo: entre los técnicos al Canche Langue y desde luego al «coyote Ruiz». excelente sonidista. De manera que estuve muy ligado a la TGW porque me aportaba información artística para la página de arte que tenía a mi cargo en aquel Nuestro Diario, y para la sección cultural del gran Radiodiario que fue. «‘Guatemala Flash.»

Bueno, pues hoy, como no puedo movilizarme a sus estudios, no me queda más que decirle a la TGW Desde mi Butaca con las mañanitas chapinas: «En el día de tu santo, te venimos a desear, que las paces muy felices, y que cumplas muchos más».